Hace unos días descubrí en el catálogo de Netflix que se podía ver la película de la que me siento a hablaros hoy. Y aunque no soy muy partidaria del mensaje que lanza, la evolución psicológica del personaje de Villagrán es impresionante.
Germán, un honrado padre de familia, de cómo todo su mundo se tambalea la noche en que, conduciendo de regreso a casa, atropella accidentalmente a dos chicas adolescentes.
A partir de ese momento, Germán tendrá que hacer todo lo que este en su mano para evitar que su vida quede destrozada para siempre.
¿Pero el fin justifica los medios?
¿El final es justificado?
¿En serio alguien podría actuar de esa manera ante tal situación?
Dejando de lado el dilema moral que me supuso la película debo admitir que cuenta con minutos de tensión y nervios a través de la ansiosa mirada de Villagrán que va pasando por diferentes estados, pero con un comienzo muy fuerte, como a mitad de la cinta comienza a nadar en tierra de nadie careciendo de sentido.
Con esa oscuridad de fondo y en donde todo transcurre de noche vamos siendo testigos de como la vida de unas personas pueden cambiar en un solo segundo, por un instante o una decisión que hace que el barco de la vidas de los personajes vayan en una dirección o en otra.
Ha habido la actuación de una de las actrices que me parece que ensombrece la película, pero no quiero compartir su nombre, pero es aparecer ella y todo carece de sentido, porque por lo menos en mi opinión no es una actriz real.
Pero ya sabéis para gustos los colores, y este post de hoy es solo opinión mía, por lo que ¿Os recomendaría la película? Claro.
¿La habéis visto? ¿Qué os parece? No os genera como a mi una sensación de desasosiego de ser testigos de como en muchas ocasiones la justicia en este país da palos de ciego...
Muchos besos rinconer@s y espero veros mañana :) :) :) :) :)
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