Richard Madden, da vida a David Budd, un veterano de guerra que trabaja como especialista en protección para la realeza y para la Policía Metropolitana de Londrés.
Cuando se le asigna proteger a la ministra, Julia Montague, cuya visión política apoya todo lo que él detesta, Budd se encuentra en una encrucijada entre su labor y sus creencias.
Aunque él es responsable de su seguridad, quizá ello sea su mayor amenaza.
Con un fuerte y tensionado comienzo y una tremenda rectitud y pulcritud, a través de seis episodios vamos siendo testigos de las conocidas como "cloacas del estado", en un tono muy british y con una violencia física y psíquica de la persona de Budd que engancha a la serie.
No huye de los debates sino que los enseña y trabaja, y, en cuanto a su trama política añade violencia y una enorme tensión sexual que resuelta o no se palpa en el ambiente entre sus personajes.
En un principio me recordó a esas primeras temporadas de Homeland con Carrie y Brody, pero según iban pasando los minutos tenía entidad propia y Madden una fuerza escénica que te rompe en pedazos por su ternura y tortura. Lo que se vendría definiendo como un héroe.
La verdad es que son muy fan de:
1º Estas series de sello british,
2º de las historias bien hechas, bien hiladas y por supuesto bien ejecutada, como es esta,
3º historias vivas, que podrían y por desgracia pueden pasar en este momento.
Pero sobre todo fan, fan de ese final que te deja sorprendido o sorprendida y viendo como puede llegar el ser humano a ser perverso o perversa y que la vida del resto importa con perdón de la palabra, una auténtica mierda. Porque no hay religión que justifique según que actos, porque me reitero en una frase que he usado bastante veces, hay personas asesinos o asesinas que se escudan en una religión para justificar sus atrocidades.
¿La habéis visto? Si es que no y tenéis Netflix, no lo dudéis, manta, sofá y buena serie.
Muchos besos rinconer2@s y que disfrutéis de este fin de semana :) :) :) :) :)
Ah!!! mañana nos vemos claro, con una serie que está barriendo y que la verdad es la pera
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