Para hablar de la primera peli que os siento este domingo, de Amenábar, me debería remontar a hace más de un año y medio cuando en unas vacaciones de Semana Santa en Santa Pola no pudimos entrar al castillo porque Alejandro Amenábar estaba rodando la que sería su nueva película, El cautivo, la que os siento a estas horas.
Un Amenábar que lleva en mi vida desde mi más tierna adolescencia y que me ha hecho disfrutar, emocionar y soñar con sus películas. Por eso aunque he tardado, no podía dejar de ir al cine a ver su nueva película a la que la crítica he leído que destroza.
"Año 1575. El joven soldado Miguel de Cervantes es capturado en alta mar por corsarios árabes y llevado a Argel como rehén. Consciente de que allí le espera una cruel muerte si su familia no paga pronto su rescate, Miguel encontrará refugio en su pasión por contar historias. Sus fascinantes relatos devuelven la esperanza a sus compañeros de prisión y acaban por llamar la atención de Hasán, el misterioso y temido Bajá de Argel, con el que comienza a desarrollar una extraña afinidad. Mientras los conflictos crecen entre sus compañeros, Miguel, llevado por su inquebrantable optimismo, comenzará a idear un arriesgado plan de fuga".
Casi dos horas de una película que nos traslada a otro siglo a los comienzos literarios de un Miguel de Cervantes que cuenta con muchas mañas narrativas que le llevan a salvar el pellejo que en la cárcel en la que él está preso no es poco. Amenábar nos traslada a una épica inmensa donde a través de ficción y relatos que ha ido encontrando nos hace una radiografía de esos años cautivo donde comenzó a fraguar quien sabe si su obra más conocida y traducida, planeó escapadas y quien sabe si comenzó a darse cuenta de que sus sentimientos no eran normativos.
Una película que cuenta con:
- Grandes dosis de efectos especiales.
- Un reparto compacto y en estado de gracia donde cada uno va conformando el puzzle de quién es quien. El actor que da vida a Cervantes, nos regala un papel calmada, ilusionista y lleno de historias que contar a través de es acara llena de curiosidad y deseo de libertad.
- Quien sabe si la frase: Sancho con la iglesia hemos topado viene de ahí...
- Esos guiños a la obra más famosa y traducida de Don Miguel.
- Miguel Rellán por favor.
Una película majestuosa e inmensa que aunque a ratos me pareció algo sacada de tono, entretiene, traslada y nos sigue haciendo disfrutar del cine español de la mano de un Amenábar al que la madurez le lleva a regalarnos historias épicas, bien narradas, hiladas, interpretadas y por supuesto a través de unos paisajes y música que nos hace ver la inmensidad de sus proyectos.
Un beso muy fuerte y espero veros esta tarde/noche con otra peli española que me dejo perpleja por la aparente sencillez en contraste con la complejidad de las emociones tratadas. Pero eso luego :P




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