Desde que vi que se había publicado este libro, me inundaron millones de dudas. Primero, comprármelo, y luego compartir cuando me lo hubiera terminado, como siempre hago con cualquier libro. Pero al final después de terminarlo, he decidido que no hay nada de malo en leer, en informarte y en tener una opinión sobre una tema tan actual como es la Teoría queer. Pero es que surgen tantos odios y tantos insultos, que he decidido que haga lo que haga, éstos pueden llegar y mientras no faltas de respeto ni poner en cuestión derechos que deben ser incuestionables, no hay nada de malo en leer y seguir aprendiendo.
En torno a la Ley Trans surgen muchas polémicas cuando alguna o muchas mujeres, nos hemos preguntado ¿En qué punto quedan los derechos de la mitad de la población?
¿Es cierto que esta Ley nos borra y silencia?
Y valga por delante que creo que las personas trans deben tener una legislación que los proteja y ampare, pero no silenciando al feminismo o las mujeres que nos sentimos contrariadas e inclusive enfadadas y ofendidas con algunos de sus articulados.
"Un fantasma recorre los países más desarrollados: el generismo queer. Tras las grandes conquistas sociales de las últimas décadas relativas al respeto y los derechos de las personas que no encajan en los roles sexuales tradicionales, ha aparecido un nuevo transactivismo: uno que está destruyendo los logros alcanzados, que recae en concepciones retrógradas y genera problemas donde no los había. No está basado en conocimientos de la medicina, la psiquiatría o la psicología. Tampoco existe ninguna filosofía sólida que permita afirmar que se puede nacer en un cuerpo equivocado.
Por el contrario, este nuevo activismo se basa en una filosofía posmoderna ya superada, en una idea particular de justicia social y en una agenda política que no se corresponde con los problemas reales de los individuos. Lo que se presenta como una revolución que por fin da voz a una realidad invisible hasta hoy puede estar encubriendo la legitimización educativa, jurídica y social de los estereotipos sexuales más conservadores.
Aborda este tema desde la psicología, la filosofía y la sociología; y que atiende a fenómenos como las redes sociales, la vida en la ciudad moderna, la publicidad, la infantilización de la universidad o los problemas actuales de la infancia y la adolescencia, entre otros.
Un análisis riguroso, lleno de empatía y buen humor, que se apoya en tesis fundamentados y que invita a pensar y a desafiar el lenguaje triunfante de la teoría queer".
Después de leérmelo me pregunté ¿Por qué hay personas que se ofenden con él? ¿Por qué se ha intentado boicotear su presentación en distintas librerías? ¿Esa gente que se lo ha leído? Porque si se lo hubiera leído creo que no hay nada ofensivo para las personas trans, sino que cuestiona algunas de las teorías que ella promueve.
Casi se me caen las gafas de la cara cuando leí los neologismos, tales como que yo me denominarían una persona menstruante con agujero delantero. Lo siento pero hasta ahí podíamos llegar porque yo, soy una mujer, que a día de hoy sigue sangrando y que tiene vagina. Es decir, que yo no puedo decir, que tengo vagina y las personas que transitan al sexo femenino sí ¿Dónde está la ofensa en denominarme mujer y decir que tengo vagina? Y no me vale con que friais a mensajes llamándome tránsfoba, porque no lo soy.
Si algo me ha enseñado el feminismo en el camino que emprendí hace casi 10 años, es primero a respetar y segundo, el sexo nos lo asignan al nacer, no hay interpretaciones posibles, mientras que el género es un constructo social, que a las mujeres nos margina y genera problemas tan graves como la violencia de género. Entonces si ese tránsito es en base a algo que no nos viene dado en nuestra esencia sino por la sociedad ¿Ese tránsito no es en base a estereotipos? ¿Quién dice que hay cosas tales como ropa o actitudes de chicas y otras de chicos?
No quiero ni llegar a imaginarme -porque no podría- sentirte atrapado o atrapada en un cuerpo con el que no te identificas, pero de ahí a que un o una menor de por ejemplo 8 años, comience a ser hormonada con todos los problemas médicos que ello conlleva, me parece una atrocidad. Que un o una menor pueda decidir a partir de una edad muy joven cambiarse el nombre o los pronombres a los que quieren que se la nombres, pero menores de esa misma edad no se les tenga en cuenta para decisiones tan importantes como decidir con quien vivir en caso de una separación, me parece una crueldad. Si a esas edades son maduros o maduras para decisiones tan trascendentales, también lo son para decidir sobre su vida o su día a día.
Esto no quita que las personas trans deban tener unos derechos y estos deban estar legislados y protegidos por el Estado, pero éstos no pueden perjudicar a la mitad de la población. Opinar de una forma diferente sin ofender a otros o a otras, no debería ser una excusa para lapidar a la gente.
No se si habéis leído este libro, pero de no ser así, por supuesto, os lo recomiendo porque creo que es necesario no esconder las verdades en colorines. Por favor, me encantaría saber vuestra opinión, pero si me vais a insultar u ofender no perdáis el tiempo, porque creo que hablando y dialogando todos y todas podemos llegar a caminos comunes.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana :) :) :) :) :)
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