Me siento tan orgullosa de poder sentarme en este rincón y entre los muchos calificativos que me puedan definir, uno de ellos sea feminista, que para los machirulos solo os puedo decir que creemos y luchamos por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. No pretendemos ser más, simplemente iguales, en derechos, deberes y obligaciones.
En el feminismo no es como si entrarás en un club de lectura, sino que poco a poco mediante lecturas y hechos que constatas con tus ojos te das cuenta que vivimos en una sociedad con una falsa igualdad, es verdad que hay leyes que nos amparan pero todavía el camino es largo y arduo, pero tengo el claro convencimiento que es un trabajo no podemos ni debemos hacer solas sino que debemos involucrar a los hombres en este camino, porque sin ellos no vamos a llegar a ningún sitio.
También ayudaría que las mujeres nos uniéramos sin fisuras ante un hecho tan importante, pero ese creo que es todavía un camino muy largo y fanganoso.
Pero hoy me quiero sentar a hablaros de un hecho que me pasa desde hace un tiempo, ver el cine desde otro prisma o perspectiva, una forma diferente de percibir y recibir los mensajes que las películas lanzan, porque inevitablemente muchas de ellas son el reflejo de la vida que vivimos porque lo que si el país en el que vivimos es machista, el cine que consumimos en muchos aspectos es reflejo de ella amparado en estereotipos de género que no debemos normalizar sino identificarlos y saber que esa broma no es tal.
¿Esto significa que dejemos de disfrutar de las películas? Ni muchísimo menos pero una vez que puedes llegar a identificar estos machismos o micromachismos, todo es mucho más fácil pero por lo menos no perpetuamos ni las bromas ni los modelos para no repetirlos.
¿Por qué de este post?
Hace unas semanas con el aniversario de la película Grease, han sido diversas las cadenas que han emitido la película, pero sinceramente la forma de:
* Verla,
* Entenderla,
* Sentirla,
Ha sido diferente, poniendo el foco en la forma de tratar y ver a la mujer, cosificándola y encorsetándola como un pedazo de carne y no como una mujer con sus ideas y criterio propio, sino a gusto del consumidor, el hombre.
¿Os pasa lo mismo que a mi?
Creo que no hay que tener miedo a ver las cosas con diferentes "gafas" porque esas nos enriquecen y aunque a mi me siga gustando esta película se reconocer sus machismos, cosa que antes ni me planteaba.
Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con un estreno teatral :) :) :) :) :)
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