Pero ¿Quién no puede emocionarse con el primer amor, con los primeros sentimientos, las primeras sonrisas, las primeras caricias, el primer beso? Que más da si esto lo está viviendo una pareja heterosexual o homosexual ya sean dos hombres o dos mujeres. El amor es amor entre parejas de igual o distinto sexo, y los sentimientos no deben entender de sexo sino de seres humanos.
Carmen y Lola nos enseña la vida de Carmen que es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid, Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar tantos niños o niñas como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común, que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente.
Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola, y ambas tratarán de llevar hacia delante su romance, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones sociales a las que tienen que verse sometidas por sus familias.
Muchos comentarios a favor y en contra había leído antes de verla yo personalmente, críticas desde colectivos de gitanos que hablan de ella como una perpetuación de estereotipos que tiene el colectivo gitano, pero yo solo os voy a dar mi opinión, y es que como película es deliciosamente lenta y hermosa, que me parece un escaparate maravilloso para el mundo homosexual femenino y que no se si será todo como lo cuenta pero el machismo al que se ven sometidas muchas gitanas por el hecho de ser mujeres es algo innegable.
Con unas actrices no profesionales que te enamoran con esas miradas cómplices, nos encontramos ante una película que habla sobre el amor entre dos mujeres, en dónde el deseo, la candidez, la juventud, los sentimientos y el miedo a lo que piense la sociedad en la que viven va marcando sus caminos.
Una sociedad que no acepta ni comprende el amor entre personas del mismo sexo, y en el que ellas tendrán que luchar con la única arma que los sentimientos y amor que sienten la una por la otra.
Esta película es la ópera prima de la directora Arantxa Echevarria que a base de planos llenos de luz, un guión lento pero firme en lo que quiere contar y cómo, y esta es mi opinión con respeto le mete una tremenda patada al tabú del amor entre mujeres y como punto increíble de etnia gitana.
Una pequeña reflexión que me gustaría hacer antes de despedir este post, ¿Por qué el amor entre mujeres siendo un tema tan tabú? Muchos y muchas pensaréis ya estamos otra vez con el machismo, pero sí también entre homosexuales nada el machismo, y las mujeres siguen teniendo que derribar barreras que no son justas. Mi chico y yo nos llevamos una grata sorpresa cuando vimos alrededor nuestra en la sala de cine que había muchas personas de etnia gitana disfrutando de la película.
¿Os la recomendaría? Pues por supuesto, porque es bella y dura, imprescindible y una herramienta de aprendizaje para una sociedad que crece en lo tecnológico pero que todavía le queda mucho camino por recorrer en lo humano y en lo social.
Por favor a las salas de cine: apuesten por la calidad de las cintas, por lo humano, por lo que enseña... las buenas películas no deberían entender de dinero en la publicidad pero por desgracia no es así.
Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con teatro :) :) :) :) :)
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