Había leído de ella que era el nuevo culebrón mexicano en versión Netflix, lo que no me imaginaba es que los primeros diez minutos de la serie me iba a dejar con los ojos como platos y con la necesidad de ver y seguir viendo hasta pulirla, disfrutarla, reirla...
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La casa de las flores, nos habla sobre:
* un suicidio,
* un marido infiel,
* un yerno transexual,
* un negocio en la ruina,
* un hijo bisexual,
* narcotráfico...
Todos estos elementos y mucho más los podemos encontrar en esta serie desde el preciso momento que ves unos zapatos colgando del techo de una florería.
La historia gira en torno a una adinerada matriarca que intenta mantener la imagen de perfección familiar cuando la amante de su marido hace saltar su vida por los aires.
Así se quedan al aire todas las contradicciones de la extravagante familia de clase alta mexicana, obstinada en mantener las apariencias.
Y cuanta contradicción en la vida aparentemente perfecta de la familia, que capítulo a capítulo nos va mostrando sus vergüenzas o mentiras, y como en la actualidad en México se pueden tocar temas tan aparentemente delicados como la homosexualidad, la transexualidad... Y es que en palabras de su director Manolo Caro "le parece absurdo que a las cinco de la tarde podamos ver rifles y metrallas, y no podamos ver un beso entre dos hombres o dos mujeres. Una doble moral que permite violencia en la parrilla televisiva, pero no un acto amoroso".
Cuando hablamos de amor que más da que sea una pareja heterosexual o homosexual si hay amor, o pasión o simplemente sexo, creo que esta serie es una buena herramienta de derribar tabúes y comenzar a hablar de las temas con la normalidad que se merece.
Una serie que mezcla elementos muy variados:
- Humor,
- tragedia,
- sentimientos a flor de piel,
- emociones límites,
- una lucha constante por esconder la verdad, aunque ésta nos haga más libres y felices,
- la búsqueda incesante de la felicidad...
Además de un reparto que a mi me dejo fascinada comenzando por el eje central, Verónica Castro, una señora con más de 50 años a sus espaldas de experiencia en telenovelas; Cecilia Suárez y su forma de hablar y expresarse que es pura magia, y Paco Léon, un genio sin lámpara que hace de su María José poesía y humanidad.
No se si la habéis visto pero sino es así por favor darle una oportunidad al disfrute de ver una buena serie, y sí la habéis visto contadme que os ha parecido y si os ha fascinado tanto como a mi esa forma de hablar y partirse el alma ante los seres que más se quiere.
Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con la cruz, una serie que a mi particularmente me ha parecido un pestiño :P
:) :) :) :) :)
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