74 años después y sigue siendo una obra maestra: Eva al desnudo
He querido comenzar este post con la preciosa canción de Orozco porque creo que refleja a la perfección muchas aficiones de mi vida, porque durante años he sido fabricada de pedacitos de mi madre, haciendo mías muchas de sus aficiones como: lectura, arte, música, teatro... La película que os siento a estas horas la vi con mi madre cuando todavía no había cumplido una edad de dos cifras y recuerdo sus palabras: es una obra maestra.
Y que razón tenía la maestra de mi vida -mi madre, la Maribel- porque con el paso de los años la he ido viendo en otras ocasiones y cada una de las veces la he disfrutado y observado detalles tanto narrativos como técnicos que anteriormente no me había fijado.
Hace unas semanas viendo el catálogo de Filmin vimos un apartado con películas de esas denominadas, antiguas, películas de ayer, hoy y siempre por las que no pasa el tiempo. Y por supuesto, Eva al desnudo es una de ellas. Una película que se estreno en 1950, cuando todavía no había nacido mi madre y que trata de males tan comunes universales como:
- La envidia.
- La avaricia.
- La codicia.
- El invento como norma de vida.
- La falsa modestia
Pero ¿De qué va esta película de dos anímalas escénicas?
La joven Eva, que aspira a convertirse en actriz y triunfar en los escenarios, se las ingenia para introducirse en un grupo de actores de teatro y hacerse amiga y confidente de la famosa y veterana actriz Margo Channing, gran dama de la escena neoyorquina. El deseo de actuar y los celos la consumen hasta el punto de comenzar a traicionar a sus compañeros en su escalada hacia el éxito. Ella halaga, atrae, seduce, pero también pisotea a todo el que se cruza en su camino: escritores, directores, productores. Sólo un inteligente crítico teatral comienza a adivinar lo que se esconde tras su dulce apariencia, sólo él es capaz de ver a "Eva al desnudo".
¿Cuáles son los detalles que la hacen rozar la perfección?
- Su puesta en escena cuidada y medida tanto en el ritmo, como el guion y la música, como por supuesto un montaje al dedillo.
- La envidia como centro de todo.
- Bette David y Anne Baxter, que son exquisitas hasta el dolor.
- Las miserias y oscuridades del mundo del cine.
- La elegancia en consonancia con la podridez de la sociedad.
- El aparentar y no ser.
- Escenarios, ambientación y una dirección artística de mudez.
- La belleza y simpleza del blanco y negro como motor de un arte lejano, que yo por lo menos echo de menos.
- Verla en versión original con sus voces y gestos en equilibrio.
¿La habéis visto? Por favor, verla, porque es magnífica.
Un beso enorme rinconeros y rinconeras y espero veros mañana.
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