"Cinco mujeres treinteñaeras, amigas íntimas desde el colegio y que todos los años sin excepción organizan una escapada de una semana juntas. Este año, las circunstancias de este viaje son especiales y distintas porque a una de ellas le acaban de diagnosticar un cáncer. Hay viajes que te cambian la vida para siempre. Hay vidas que te cambian los viajes para siempre".
Vaya viaje vital nos regalan las cinco actrices que protagonizan esta maravilla de la mano de Daniel Sánchez Arévalo, un director que puedo decir en alto y por escrito que me enamoro con su ópera prima: AzulOscuroCasiNegro.
- La unión como símbolo de fuerza.
- La sororidad que debería caracterizarnos a las mujeres.
- La amistad por encima de todo y todos.
- El humor inteligente y respetuoso con la vida de cada una de ellas.
- La diversidad en las actrices. Y es que poco a poco rinconeros y rinconeras.
- Rigoberta Bandini.
- Los sentimientos y emociones por delante.
Y unos retos, retos elegidos por ellas, que terminan siendo unos regalos para esos días, donde las caretas y la sinceridad hacia aquella que quieres debería prevalecer.
Las últimas de la fila la he visto en un momento de búsqueda del equilibrio de nuevo, porque ante reveses físicos no hay nada como ficciones que te calmen el alma y te reconcilien con la vida. Pero sobre todo que pongan en valor, la amistad. Unas amigas que forman parte de tu vida y de tu esencia como persona, que conforman esa familia elegida a la que poder recurrir ante cualquier adversidad o alegría que sientas.
LO MEJOR DE ELLA:
- Esos planos directos a la cara, sin paños calientes ni aire para poder respirar, donde ves la valía de esas actrices que hacen que de forma indirecta hagas el viaje con ellas.
- El mar como salvador, como cura y como toma de aire.
- Esas conversaciones tan de amigas, tan de mujeres. Una serie en la que nos podemos sentir y ver reflejadas.
- Esconder la verdad hasta los últimos cinco minutos ¿Quién es la que padece cáncer? Sinceramente, poco importa, pero la forma de guardarlo hasta los últimos 10 minutos es una buena baza.
- Aprender a decir adiós y a seguir caminando juntas.
- Una banda sonora increíble, con Bandini como bandera.
Una verdadera joya que podéis encontrar en Netflix y que yo sin intención me comí del tirón. Aunque con la fe de que me volveré a sentar y la volveré a disfrutar como pastillas de vida.
Ni hago la pregunta, porque sí os la recomiendo por su frescura y ternura y por tener en el centro un tema universal, el amor. El amor a tus amigas con las que has compartido y seguirás compartiendo vida. Hace unas semanas escuchando La Cadena Ser, la ponían de vuelta y media, pero como siempre digo, para gustos, los colores, y los míos son brillantes y alegres.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y os veo dentro de un rato para recomendaros la única película que el trancazo que todavía arrastró me dejo ver en La Fiesta del cine.
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