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miércoles, 10 de mayo de 2017

Lo malo no es morir sino no vivir intensamente: Proyecto Lázaro

Esta frase de Albert Espinosa con la que tituló el post de hoy es la primera que se me vino a la cabeza nada más terminar de ver el sábado pasado a través del portal filmin.es Proyecto Lázaro, película de Mateo Gil, al cuál sigo desde que era una niña e hizo el guión de una película llamada Tesis, que cambió mi vida y mis sueños de adulta de forma desbordante.

Es que esa frase de "Me llamo Ana, me van a matar", que a mi particularmente me sigue matando de fascinación.


Para principios de año se estrenó esta nueva película con aires muy futuristas rozando la ciencia ficción, pero que hace una reflexión bastante profunda acerca de la vida: la que llevamos, la que nos hubiera gustado o la que soñamos para el futuro... y tan futuro.


En esta nueva cinta Mateo Gil nos traslada al año 2084 donde un grupo de médicos logra resucitar por primera vez a un hombre que fue criogenizado 60 años atrás. Marc fue diagnosticado con una enfermedad cuyo pronóstico era de un año de vida. Incapaz de aceptar su final, decide congelar su cuerpo. Seis décadas después Marc se convierte en el primer hombre resucitado de la historia.

Entonces descubrirá que el gran amor de su vida, Naomi, le ha acompañado durante todo este tiempo de una forma que él no esperaba.

Una película que nos hace reflexionar sobre tres grandes preguntas que me gustaría compartir con vosotr@s:

1. ¿Nos gustaría ser inmortales?

2. ¿Creemos que con los avances en la medicina y la ciencia el día de mañana podremos curarnos de enfermedades que en la actualidad son radicales?

3. ¿Qué da más miedo morir o no saber qué será de nuestra vida?


Todas estas preguntas que yo a nivel personal me hice cuando terminó (que yo ya me he contestado a nivel personal) están rodeadas de una ciencia ficción muy romántica, muy estética, muy hermosa, en dónde he leído en una crítica que comparto "en el futuro vemos una armonía deliberadamente fría".

LO QUE MÁS ME HA GUSTADO:

- Un nombre propio Onna Chaplin. Es increíble el magnetismo, frescura y dinamismo que desprende esta joven actriz que te hace olvidarte de su apellido solo para deleitarte con ella, con su trabajo, y con sus aparente facilidad para dar vida al difícil personaje de Naomi.

- Un muy muy buen guión, en donde nada sobra y nada le falta.

- Una escenografía como os decía antes futurista pero tremendamente hermosa, a pesar de tratarse de un hospital.

- El final (nada de spoiler, leer sin miedo) te paraliza.

- La profunda reflexión que plantea sobe la vida que deseamos y el miedo a la muerte, a que vendrá después, cuando lo que realmente importa es el aquí y el ahora, el momento que estamos viviendo, porque la muerte es parte del proceso de la vida.

Que importante sería que nos enseñaran a vivir con la muerte y a no tenerla miedo o "huirla", porque como decía mi yaya y siempre ha sido una persona de pocas palabras pero las justas "por mucho que te escondas de la muertes, vas te metes debajo del colchón y se rompe la pata y te parte la cabeza".


Un conjunto delicioso que de verás os recomiendo porque tanto el mensaje como la estética son de las que se te quedan clavadas en la retina.

Una pena que no tuviera mucha público en las salas, quizás por una publicidad bastante escasa, aun así a gente como yo y si os fiáis de mi en filmin por 3,95 € durante 72 horas podemos disfrutar de esta poética y profética vida de Marc.

¿Qué os está pareciendo esta cinéfila semana? ¿Habéis disfrutado de alguna película en la fiesta del cine?

Mañana el teatro vuelve a este rincón como cada jueves, mientras tanto muchos besos, gracias por las visitas y hasta mañana con más y espero que mejor

:) :) :) :) :)



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