No me voy a cansar de repetirlo, Filmin es de las plataformas más diversas que hay, es un gusto tenerla, un gusto pagarla y un gustazo disfrutarla, porque en ella podemos encontrar películas de todo tipo, nacionalidad e índole.
Un domingo cualquiera mirando su catálogo nos encontramos con la película que os siento hoy ... MiF (la familia), una película suiza que como integradora social me hace que me haga varias preguntas:
¿Cuál es el fin de los Servicios Sociales? ¿Éstos se deben llevar por la economía o códigos deontológicos?
¿Qué nos leva a estudiar algo relacionado con lo social, sabiendo que ni está reconocido ni bien asalariado?
¿Qué utopía nos lleva pensar que podemos ser una piedra de cambio?
¿El buenismo? ¿La verdad? ¿Las vivencias?
Yo os diría que en un primer momento elegí lo social porque cuando deje teatro, era lo único que me podía llenar y una década y pico después creo que fue una gran decisión, porque en mi trabajo no hay buenismo, solo esfuerzo y sentimiento de que toda persona se merece un oído. Toda persona se merece un respeto y sobre todo que aunque ahora puedas estar enfrente, en cualquier momento puedes estar en el lado de aquella o aquel que te está contando algo o alguna situación de su vida.
MiF es una película:
- Dura.
- Gris.
- Dolorosa.
Porque todo lo que tenga que ver con menores de edad nos debería hacer plantarnos y exigir unos mayores recursos para esos lugares porque al fin de al cabo esas personas -menores- con las que se están trabajando son el futuro de nuestra sociedad.
"Una película que trata de un grupo de chicas adolescentes ingresan en una casa de acogida junto a las y los trabajadores del mismo: trabajadores y trabajadoras sociales, educadores o educadoras, psicólogos y psicólogas... Esta experiencia crea inesperadas tensiones e intimidades".
Las historias que oímos en la película son reales y las podemos tener más cerca de lo que creemos. Y el estrés al que están sometidos los y las profesionales, porque te puedes encontrar casos muy graves en lo que sabes que tú no puedes intervenir aunque te duela y otros en los que sabes que te la están intentando colar, y no puedes decirle cuatro cosas.
Una película que pone en el centro la salud mental de todos y todas.
Una película que pone en el centro la siguiente pregunta ¿Qué importan las usuarias o el presupuesto y las apariencias?
Una película que duele pero en la que ves que cuando intención podría haber solución.
Halago mucho a aquello y aquellas que ponen las historias de su países al servicio del cine, como reflejo, como ventana de la sociedad que somos y que, queremos llegar a ser.
Buscarla en Filmin, verla, pensarla y sufrirla, porque estamos consintiendo que hayan historias como las de esas chicas.
Hasta mañana rinconeras y rinconeras :)
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