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viernes, 24 de mayo de 2024

“La vida es sueño y los sueños, sueños son” y cumplirlos una pasada… mañana rumbo al viaje y concierto de mi vida.

La niña que fui, bailaba y hacía coreografías en su cocina a escondidas, de todas las canciones de Take That.

La niña que fui, cantaba con ese chapurreo de inglés, las canciones de Take That.

La niña que fui, lloró sin descanso, primero cuando Robbie Williams dejo el grupo, y segundo cuando a mediados de los 90, hicieron pública su intención de separarse. No me lo podía creer, veía y reveía el concierto privado que dieron para TVE presentado por Joaquín Luqui y hacia los mil pasos inventados de esas canciones que tantos años después sigo haciendo. 


Allá por el mes de octubre en las redes sociales del grupo -que volvieron y yo seguí escuchando con la misma ilusión que una niña- vi que volvían hacer gira, después de muchos años. Volvían a la carretera y aquella niña que fui y que siempre tengo presente, salió de golpe y con una vocecita dulce pero constante me decía: Ve a verlos. Yo la contestaba: eso será caro y cansado y ella me contesto algo que me hizo pararme pensar, entonces ¿Tú para qué trabajas? 

Mañana por la mañana a primera hora cojo un avión rumbo a Londres y después un tren destino Nottingham, donde este sábado después de más de 30 años siguiéndolos, los podré ver en directo y vivir la que sin duda, será una de las noches de mi vida, cantando himnos vitales como Never Forget, que lleva en mi vida desde que tengo memoria musical.


Estaré en Reino Unido hasta la madrugada del lunes al martes que vuelvo a Madrid con mi chico, seguramente con un cansancio de pelotas pero habiendo cumplido un sueño vital, y eso a día de hoy, pesa mucho. No quiero que como dice la obra de teatro, "los sueños, sueños son", yo quiero lucharlos y cumplirlos. Por cumplir, he cumplido hasta tener un disco firmado por ellos, que encargué por internet y me llegó el 1 de diciembre del año pasado, el primer día de una semana de vacaciones merecida.

Cierto es que después de haber comprado entradas, reservar Hostel y comenzar a valorar las opciones de como llegar, vi que venían a Madrid a Las noches del Botánico el 17 de julio -y sí, tengo entradas también para ese día-, pero nada ni nadie me quita la emoción y la satisfacción de haber cumplido los sueños de aquella pequeña Natalia que veía la vida con los ojos abiertos y el corazón latiendo al son de Take That.

Desearme suerte porque el avión me da miedo, pero sobre todo mandarme amor, porque la ilusión, los nervios y las ganas las tengo desde que di a confirmar el pago de las entradas. Gracias David por acompañarme en esta aventura, que no pensé :P




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