La ilusión y el oxígeno que he encontrado en los Espacios de igualdad

Desde que soy pequeña voy cargando con la maleta de la timidez, la cuál muchas veces -aunque debo admitir que cada vez algo menos- me ha ido coartando para hacer cosas que me apetecían, por miedo a la vergüenza, al que podrán pensar de mi, si quedaré muy ridícula...

Mucho antes de que tuviéramos que hacer el confinamiento descubrí a través de las redes sociales, los espacios de igualdad que tiene el Ayuntamiento de Madrid en los diferentes distritos de nuestra ciudad. Veía una oferta de talleres y actividades gratuitas que me gustaban mucho, pero no me apuntaba, por vergüenza.

Pero llegó el mes de octubre y una mala racha donde se me juntaron los problemas de la muela, con migrañas, con los nervios de no saber que iba a suceder con el ERTE -porque aunque intuía que iban a querer seguir alargando el chicle, tenía esperanzas- decidí que me iba a dar una oportunidad y dado que la actual situación restringe la entrada a los espacios, éstos al igual que otros muchos y muchas han recurrido a plataformas como zoom para poder seguir dando los talleres.

Vamos, que para mi timidez y para mi, esta forma de interactuar está siendo muy buena.

Y sin pensármelo mucho porque me echo para atrás, me apunte a un par de talleres de dos espacios diferentes:

- María Zambrano

- Emilia Pardo Bazán

Ha sido una de las mejores decisiones, porque me han dado una corriente de aire fresca que necesitaba en este encierro físico y emocional que llevo desde hace meses. En ellos he encontrado a mujeres muy diversas en edades, pero que semana a semana y taller tras taller me van enseñando y abriendo la mente a nuevas ideas, las cuáles en ocasiones son diferentes a las mías, pero de las que aprendo. Mi cabeza y mi cara están más felices, y eso el ánimo lo está notando, porque siempre estoy deseando que llegué el día del taller para conectarme y seguir aprendiendo y poner en práctica una palabra que debería ser imprescindible en la vida de las mujeres la sororidad.

Acudo a través de zoom a varios talleres que son fijos, y otros que voy viendo en sus redes sociales y me apunto porque los temas son muy interesantes, y como profesional que me considero del mundo de lo social son temas que me ayudan.

Si a todo esto le sumas que las mujeres que llevan los espacios e imparten los talleres son maravillosas, todo es mucho más fácil. Espacios donde prima el respeto y en donde puedes dar tu opinión sin miedo a que te critiquen, porque se puede pensar de forma distinta pero siempre el respeto va por delante, y la verdad es que están siendo momentos de mucho enriquecimiento personal que notó que me hacen sentir mejor conmigo misma y con la gente con la que comparto mi día a día.

En este tiempo he podido profundizar o comenzar a conocer a mujeres como:

- Lucía Sánchez Saornil

- Emilia Pardo Bazán

- Concepción Arenal

- Ana Orantes

- Alice Guy Blanché

Pero también hablar de temas como la gestión emocional; conocer y saber identificar los diferentes tipos de violencias a las que estamos sometidas las mujeres; conocer a  mujeres referentes en el mundo del cine... y muchos muchísimos más temas como desde hacer un taller de risoterapia a otro de yoga o teatro online.

Unos espacios donde como os digo en el título de este post estoy cogiendo oxígeno, ilusión y ganas de levantarme cada mañana. Muchas veces nos preocupamos de tantas cosas que nos abandonamos a nosotras mismas, a nuestros sueños, a nuestros sentimientos, a nuestros deseos... Y eso es algo que no puedo tolerarme, porque sería perderme y, como digo muchas veces yo, soy la persona más importante de mi vida.

Cada distrito de Madrid tiene su propio espacio, así que si estáis interesadas o interesados, mirar en la página del Ayuntamiento de Madrid y mirar cuál es vuestro de referencia, aunque con esto de la pandemia y dado que los talleres se dan en su gran mayoría a través de plataformas, podéis mirar toda la enorme oferta de todos los espacios y apuntaros al que más os gusté. Ellas, las mujeres que llevan los espacios os van a recibir como en una familia y estoy segura que una vez que entréis no vais a querer salir.

No creo que lo lean pero desde este rinconcito gracias a todas las profesionales que trabajan en estos espacios donde el enriquecimiento personal es inmenso, soy más feliz desde que empecé, y a las compañeras con las que comparto talleres, gracias por enseñarme y compartir vuestras experiencias conmigo, aprendo muchísimo de todas y cada una de vosotras.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero que disfrutéis del fin de semana. Yo lo he empezado con energía y muchas ganas de que vuelva mi chico a casa de trabajar para poder estar juntitos bajo una manta, bueno nórdico, que en mi casa hay veces que hace un frío que pela :P

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