La gran sorpresa llegó cuando Netflix anunció que se quedaba la primera y también produciría la segunda y hasta tercera temporada. Pero la grandísima sorpresa y alegría llegó el sábado pasado cuando capítulo a capítulo fui disfrutando, cantando, bailando, viviendo, sintiendo y respirando una segunda temporada que afianza los lazos de amor eterno a una Paquita que se muestra humana, sensible, con miedos y fobias pero con un elemento muy importante la humanidad.
Si no la habéis visto os diré que Paquita es o ha sido una de las mejores representantes de actores de España en los 90, se ve buscando nuevas estrellas desesperadamente su mayor cliente.
Esta nueva temporada nos cuenta las desventuras de la representante que con el paso del tiempo va a menos, consigue mantenerse a flote frente a los cambios de la industria del cine y la televisión en España, especialmente cuando el sector parece más lleno de ambición y traiciones que de fidelidad y principios.
Varios de los puntazos de la serie:
- Inteligente mezcla como os decía al principio entre realidad y ficción
- Constantes puyas al "show business"
- La aparición de Ana Obregón, más Obregón que nunca regalando un capítulo épico y memorable de la historia de la ficción española.
- Esas respiraciones constantes de cariño y nostalgia por la televisión de los años 90, donde quizás eramos más jóvenes e impresionables.
- Flying free...
- Brays Efe y ese personaje que no tiene nada de postureo fingido y si de un trabajo sincero, real, hermoso, lleno de matices y colores que hacen que todos y todas deseáramos tener a una Paquita en nuestra vida. Yo que en comentado varias veces hubo un momento en mi vida que soñé y trabajé por dedicarme al mundo de la interpretación hubiera soñado con tener a Paquita a mi lado.
- Lidia San José, y ese capítulo homenaje dedicado a ella, que es pura magia y hermosura.
- Ese viaje a los orígenes y la confirmación que nada como nos buenos torreznos para que se suelte la lengua y el alma.
Una segunda temporada que cuando terminó pensé, "cómo... ¿Para cuándo la tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima, octava, novena, décima..."
Solo se puede dar las gracias a los Javis por regalar historias tan humanas, tan llenas de humor y ver reflejados, porque no todos y todas somos iguales, no todos y todas tenemos el mismo cuerpo, o la misma forma de pensar, vivir y sentir, pero todos y todas con nuestras diferencias tenemos algo en común que somo humanos y tenemos un corazón latiendo dentro de nuestro pecho. Gracias Javis.
Esta mañana he tenido un examen importante para mi en la Universidad Complutense de Madrid, y aunque está difícil el aprobar o directamente conseguir el objetivo solo me sale agradecer a tod@s los que siempre están a mi lado y más en las últimas semanas que han sido complicadas, y es en esos momentos cuando se percibe, se nota, se siente quien te quiere de verdad.
Muchos besos rinconer@s y espero veros mañana con más :) :) :) :) :)
¿Por qué seguir con YO TE CREO HERMANA? Porque estamos ante un momento muy importante de esta sociedad, en el que las mujeres nos hemos despertado, (espero que de forma definitiva) y hemos tomado conciencia de que estando unidas somos más fuertes y conseguiremos nuestros objetivos, y sobre todo que si tocan a una es como si lo hiciera a todas. Gracias hermana por tu lucha, seguimos a tu lado.
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