Teniendo como tema principal de la peli que os siento para despedir este fin de semana esta joya de David Bowie, no podía defraudarnos cuando la fuimos a ver hace un par de semanas con muchas ganas Licorice Pizza.
Teniendo como base la típica frase de "chica conoce a chico y chico conoce a chica", está nueva película de Paul Thomas Anderson es una cascada de imágenes cuidadas ante una historia hermosa en unos años convulsos como fueron los 70. Pero ¿Y si esas personas que se conocen se sacan casi 10 años y ella es mayor que él?
- Ese comienzo amable donde te desbordas al conocer a alguien que te gusta y te da miedo enamorarte.
- Una dirección artística cuidada, haciéndote creer que realmente estamos en los 70 norteamericanos.
- El dúo principal de la peli, con química, con ternura, con cariño... como es ese primer amor correspondido que vives como si fuera a ser el último. Aunque todos y todas las que participan en ella ponen el granito de que sea un espectáculo visual.
- Una banda sonora que pone intencionalidad y sentimentalidad a cada acción, palabra o cara de los personajes.
- Cuando buscarte la vida es un empleo más que una actitud ante la vida.
- Como con ese amor como tema central se tocan un montón de temas: la política, la homosexualidad, el dinero, el sexo...
Como anécdota os diré que el chico que da vida al actor principal de la peli es el hijo de uno de los mejores actores que ha habido, Philip Seymour Hoffman.
Nada puedo añadir, salvo que por favor vayáis a verla si amáis el cine, os gustan las buenas historias y sois unos disfrutones o disfrutonas del séptimo arte. Eso sí, en versión original, please!!!
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero que hayáis disfrutado de este finde tanto como yo, donde no ha faltado un buen y mal cine.
:) :) :) :) :)
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