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lunes, 31 de agosto de 2020

Diciendo adiós a un agosto atípico y triste



Han sido varios los años en los que el último día de agosto me ha gustado compartir esta canción que tanto evoca a ese verano que hemos vivido, disfrutado, compartido, y, que en muchas ocasiones, nos hemos enamorado pensando que esa persona sería la definitiva en tu vida.

Pero este agosto ha sido muy diferente, muy atípico, muy triste...

Por primera vez en varios años en mi casa decidimos mi chico y yo que no nos iríamos de vacaciones, y aunque ha sido la decisión acertada porque como os he dicho en varias ocasiones todo lo que está sucediendo lo vivo con miedo, no queríamos correr el riesgo de por ir unos días a la playa ponernos malos nosotros o con quién vivimos, mi madre.

Atípico, porque no ha habido piscina, ni salidas, ni cine, ni teatro, ni cañas con amigos o amigas, valga por delante que el mundo de la cultura me parece muy seguro -de los que más seguridad da en este momento- pero una operación que la hacían a mi madre durante este mes pesaba más que las ganas tremendas que tengo de ver a mi amiga Lorena o darme un chapuzón y nadar que es una de las actividades que más me gusta. Pero este atípico año necesitaba estar en casa y poner mi cabeza y cuerpo en orden, tratar de dejar mi enfado con el mundo y reconciliarme conmigo misma.

Reconciliarme con mis enfados, con mis lágrimas, con mis malas palabras en algunas ocasiones -quizás más de las que debiera- sin ton ni son, y estar sola, porque aunque viva acompañada, están siendo meses de soledad mental en donde organizarme para volver a desordenar todo se ha convertido en una decisión vital.

Un agosto muy triste, porque así lo he vivido, la situación actual y algunas cosas de mi vida personal hacen que lo haya vivido de esta forma. Desde hace varios años, agosto era mi mes de vacaciones en el trabajo, pero llevo sin trabajar desde mediados de marzo y eso me pesa mucho y mal.

La incertidumbre y porque no decirlo el miedo, hacen que las noches de insomnio sean muy largas y los días muy tristes.

Pero quiero sacar algo positivo de este mes:

- Es el primer agosto de muchos que no he fumado, porque ya van cinco meses y medio que no lo hago, y aunque lo echo de menos es un camino donde no hay retorno.
- Ha sido el mes donde la concienciación del cuerpo y la cabeza, que han estado muy a la par, sin prisa ni agobios, pero cada día dedicó alrededor de dos horas a hacer algo de ejercicio, donde el verme mejor y cuidarme de la espondilitis sea algo imprescindible.

31 días de agosto que en el fondo se me han hecho muy cortos y que espero pasen a la historia de mi vida como una vivencia más, con el deseo que el agosto del 2021 sea distinto, con mar de por medio pero siempre, siempre en compañía de mi chico y de esa gente imprescindible en mi vida.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y si sois de los que mañana os incorporáis al trabajo, recordar seguir teniendo cuidado y haciendo caso de las recomendaciones que se nos hacen, porque cuidarnos y cuidar está en nuestras manos.

Hasta mañana, donde estrenaremos nuevo mes y yo compartiré la última película, de la que yo denominó la saga del bocado :) :) :) :) :)

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