¿Hasta dónde estarías dispuesto o dispuesta a llegar por dinero? El juego del calamar

Lo que tiene el poder del boca a boca y el altavoz que a día de hoy dan las redes sociales, es mucho más fuerte y poderoso que cientos de miles de euros invertidos en una campaña de publicidad. Al abrir Netflix veía el cartel de la serie que os siento este domingo en el que muchos y muchas hemos podido dormir una horita más, pero hasta que no lo leí en varios sitios, no nos decidimos en casa a darle al play y disfrutar y sufrir de esa macabra serie coreana en donde el ganar dinero a costa de sobrevivir o tener que pisar muchas cabezas es vital, El juego del calamar.

Una serie en la que cientos de jugadores y jugadoras con problemas económicos aceptan una extraña invitación para competir en juegos infantiles. Dentro les espera un premio tentador y desafíos letales.

   

Un festival en tono patético y bastante sádico donde no se decae en intensidad, sino que a cada segundo va explotando más y te das cuenta hasta donde llega la mezquindad y el egoísmo, mezclado con grandes dosis de supervivencia, porque ganas o mueres.

Ketchup, drama, humor negro, se mueven alrededor de nueve capítulos en donde al compás del juego se van abriendo las capas humanas de los y las participantes y de los que están detrás mirando esa especie de juegos del hambre donde ver el sufrimiento ajeno hace disfrutar.

El formato te va ganando poco a poco en donde -por lo menos nosotros- sentimos que teníamos que seguir viendo y responder a varias preguntas:

¿Estos juegos llegarán al final?

¿Habrá un ganador o ganadora de ellos?

¿Se puede seguir viviendo después de haber vivido o padecido una situación así

¿Quién o quiénes están detrás de ellos?

¿Este chicle del calamar se puede seguir estirando?

Es imposible hablar de esta serie sin obviar todo el ruido que se está generando en torno a ella, primero porque es una ficción, y segundo, porque es para mayores de 16 años. Me figuro que habréis escuchado en las noticias que ya hay varios colegios en España que han detectado que hay menores que están imitando los juegos de esta serie, y yo me pregunto ¿Dónde están los padres o madres? Porque repito, esta es una serie para mayores de 16 años, porque lo que no se porque hay niños o niñas viéndola. Estamos llegando a un punto en donde no se está poniendo la barrera en lo que es ficción y que es realidad, pero también habría que resaltar a la par de cosas buenas de las redes sociales, están también son un altavoz donde los menores tienen accesos s contenidos que ni son explicados se pueden llegar a normalizar. Y la violencia jamás puede ser considerada como "normal". Por lo que hablar con vuestros hijos e hijas y explicarles esta serie si os preguntan.

¿Habéis visto esta serie de Netflix? ¿Qué os ha parecido esa sangría de sangre y podridez por el dinero?

Yo os la recomendaría, aunque si tenéis estómagos sensibles, descartarlo porque es dura y desagradable, pero quiero lanzar un voto de la industria visual coreana, capaz de abrir el canal su sociedad en películas -por ejemplo Parásitos- o series como ésta en donde poder ver eso que llamamos clases sociales y en donde al dramatismo si le metes algo de humor muy negro todavía se ve más el drama.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con otra serie de otra plataforma.

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