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miércoles, 21 de abril de 2021

Un ensayo que nos hará pensar: De qué hablamos cuando hablamos de violación

Cuando vi el título del libro que os siento este miércoles en la FNAC, un escalofrío instantáneo me recorrió la espalda, pero a la par, sentí la necesidad de llevármelo. He tardado unos meses en decidir leérmelo, porque tenía la idea de sufrimiento constante en su lectura, pero nada que ver. Ver hablar de agresiones sexuales es muy desagradable, pero nadie mejor que las mujeres que las han padecido para enseñarnos como son sus vidas, han sido o son. También depende mucho de la cultura a la que pertenezcamos, pero el siempre tratarlas con condescendencia a mi particularmente me enferma.


De qué hablamos cuando hablamos de violación, nos cuenta como cuando hablamos de víctimas de violación solemos decir "Podría haber sido tu madre o tu hermana o tu hija", pero en rarísimas ocasiones decimos: El violador podría haber sido tu padre o tu hermano o tu hijo.

Sohaila Abdulli reivindica una conversación más franca sobre la violación. Aborda sin tapujos pero con sutileza las complejidades de la violencia sexual, crítica de forma acertada los tabúes simplistas y plantea preguntas esclarecedoras; sí es sí y no es no; tiene en cuenta de forma adecuada a una mujer que "elige" que la violen en lugar de que la maten o a una mujer que "cede" ante un varón con poder en el mundo profesional al que pertenece.

Un libro muy revolucionario, profundo, provocador e inteligente, analiza el abuso sexual y el discurso global sobre la violación desde el punto de vista de una superviviente de una violación en grupo en Bombay cuando era adolescente.

La autora, Abdulali, además de escritora, es ex asesora de supervivientes y activista.

Tenemos esa falsa y errónea imagen de que una mujer ha sido violentada debe estar arrastrándose por los suelos y prácticamente llevar un cartel en la cara, pero no, por supuesto que sufren y padecen, pero también siguen con su vida hacia adelante, y no necesitan nuestra pena, sino que las dejemos vivir su vida de la forma que ellas deciden. Tanto si deciden compartirlo como sino, ellas son dueñas de sus historias. Pero lo que jamás de los jamases debemos hacer es cuestionarlas nada de lo que hagan, simplemente acompañarlas en el camino o forma que decidan tomar.

Y muy a pesar en este tema en particular, sé de lo que estoy hablando, así que por favor dejémonos de estereotipos y leamos más sobre el tema y no juzguemos, porque en la revictimización está otro de los grandes daños.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con una obra de teatro del Lara de Madrid.

:) :) :) :) :)

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