Gracias a "mi compi del metal" que la fue a ver y me la recomendó, quiero este sábado volver a sentar en este rincón, planes culturales que podemos hacer en Madrid durante este verano, si sois como yo, y os vais a quedar por nuestra ciudad.
Rodin-Giacometti, la podemos encontrar hasta el 23 de agosto en la Sala Fundación Mapfre.
La entrada es gratuita para personal sanitario, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Cuerpo de Bomberos, previa acreditación en taquilla. Por la crisis sanitaria que seguimos viviendo, hay que haber comprado previamente las entradas por internet, y así planificar la visita y cumplir con los protocolos de Sanidad.
A pesar de estar separados por más de una generación, las trayectorias creativas de Auguste Rodin y Alberto Giacometti ofrecen paralelismos y disparidades que se desvelan por primera vez en esta exposición conjunta.
A través de cerca de doscientas obras, Rodin-Giacometti, muestras cómo ambos creadores hallaron, en sus respectivas épocas, modos de aproximarse a la figura que reflejaban una visión nueva, personal pero engarzada en su tiempo: en Rodin el del mundo anterior a la Gran Guerra; en Giacometti, el de entreguerras y el inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Más allá de algunos aspectos puramente formales que comparten ambos artistas, como pueden ser el uso de la materia y la acentuación del modelado, la preocupación por el pedestal y el gusto por el fragmento o la deformación, el diálogo que se establece entre ellos va muchos más allá. Rodin es uno de los primeros escultores considerado moderno por su capacidad para reflejar -primero a través de la expresividad del rostro y el gesto, con el paso de los años centrándose en lo esencial-, conceptos universales como angustia, dolor, inquietud, miedo o ira; también es este uno de los rasgos fundamentales de la obra Giacometti: sus obras posteriores a la guerra, esas figuras alargadas y frágiles, inmóviles, a las que Jean Genet denominaba "los guardianes de los muertos" expresan, despojñandose de lo accesorio, toda la complejidad de la existencia humana.
¿Dónde está la Sala Fundación Mapfre? En el Paseo de Recoletos, 23.
Así que antes de deciros adiós, unas cosas:
1. Recordar planificar la visita, por el tema de horarios y aglomeraciones innecesarias.
2. Meter una botella de agua en el bolso para contraatacar el calor.
3. No os olvidéis de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y las ganas de pasarlo bien.
Que alegría volver retomar espacios de planes culturales rinconeros y rinconeras, os mando un beso muy fuerte y mañana os veo con un monólogo maravilloso :) :) :) :) :)
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