Como casi todo lo bueno en mi vida, la segunda película que os siento este domingo, le descubrí por casualidad y me llamo la atención por dos motivos:
- La directora, Emerald Fennell, que ya me dejo sin palabras con su ópera prima: Una joven prometedora.
- Jacob Elordi.
Saltburn es una película desconcertante y perturbadora, porque no te la ves venir. Crees que hay algo extraño detrás del calculador personaje de Barry Keoghan, pero hasta el final no te das cuenta de donde llega la envidia humana
"Mientras lucha por encontrar su lugar en la Universidad de Oxford, el estudiante Oliver Quick se ve arrastrado al mundo encantador y aristocrático Felix Catton, que le invita a Saltburn, la extensa finca de su excéntrica familia, para pasar un verano inolvidable".
LO MEJOR DE ELLA:
- El aristocrático ambiente donde se mueven los personajes.
- Barry Keoghan, marcándose un personaje frívolo, sin empatía y lleno de caras que juegan a la perfección al despiste desde que le conoces en la Universidad hasta ese famoso baile desnudo del que todo el mundo habla.
- La casa como protagonista que siente, padece, vive y transita por la historia.
- La envidia y falta de empatía constante en todos los personajes más preocupados de la imagen que se da al resto que de lo que están viviendo.
- La calma tensa e hipócrita hasta más o menos la mitad cuando todo se da la vuelta y yo por lo menos me quede con cara de sorpresa total.
- Unos diálogos exquisitos, donde se te dejan ver muchas cosas desde el principio.
- Los silencios y el lenguaje de los cuerpos.
- El final, ya no solo cuando todo se descubre, sino la escena final.
Como os decía al principio, me gusta mucho Emerald Fennell, que de nuevo se ha marcado una película que juega a la sorpresa con elegancia y mucha flema britanica.
No hago ni la pregunta, verla en Amazon Video y me contáis que os ha parecido.
Un beso muy fuerte y os veo mañana en los últimos días de enero :) :) :) :) :)
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