Bajo la dirección de Israel Elejalde, un actor que tuve la suerte de ver encima de las tablas en el mes de octubre en Finlandia, ha llegado por muy pocos días a las Naves del Español, esta adaptación de la obra de Jean- Luc Lagarde, Tan solo el fin del mundo.
Esta obra fue escrita en 1990 en Berlín, poco tiempo antes había recibido la noticia de que había contraído el VIH. Por aquel entonces, este virus era, no solo el causante de una enfermedad con unos índices de mortalidad muy elevadas, sino también un estigma que te dejaba marcado.
Es imposible no relacionar este hecho fatídico con la escritura de la pieza. Podríamos decir que el elemento auto ficcional está presente desde el principio. Louis, su protagonista, dice tener la misma edad que Lagarce, 34 años y reconoce tener la muerte cerca, un año exactamente. Si embargo, no es una obra de auto ficción. Ni siquiera es una obra sobre la muerte o, desde luego, no solo sobre la muerte. El elemento central es la familia. Ese ámbito que nos vertebra por confirmación o por rechazo.
Louis no conseguirá comunicar la noticia, pero les dará la oportunidad a ellos -su madre, sus hermanos y su cuñada- de mostrarles lo que ha significado su ausencia y el dolor que les ha provocado.
Una obra única, una oportunidad única, en un sitio tan especial como es para mí, las Naves del Matadero.
Espero veros mañana rinconeros y rinconeras con los primeros estrenos de cine del 2024.
:) :) :) :) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario