Una auténtica animal escénica: Blanca Portillo

Mi primer post del año quería que tuviera una protagonista femenina, como os digo en el título del post, una auténtica animal escénica. Hace unas semanas en las noches de la 2, el programa Imprescindibles hizo un especial a una actriz única y totalmente perturbadora en cada uno de sus trabajos, porque da igual si la vemos en cine, en series o en el teatro, Blanca Portillo, es una auténtica animal escénica, llena de fuerza, poder y argumentos para hacernos creer todo a lo que ella da vida.

Una mujer de la que quiero subrayar muchas cosas:

- Estudió en el RESAD, Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.

- José Luis Gómez la vio en su proyecto de fin de curso y la fichó para su compañía de teatro.

- Asumió uno de los papeles principales de Bodas de sangre, con la que giró por medio mundo.

- La Portillo viene de familia numerosa, para ser más concreta, de una familia de siete hermanos.

- Se crio en el barrio de Chamberi.

- En 2002 logra el primero de sus seis premios Max por Madre.

- Su vida cambió con su papel en Siete Vidas, la mítica serie de Telecinco.

- En 2006 recibe la llamada de Almodóvar, consiguiendo la Palma de Oro junto con sus compañeras de reparto como Carmen Maura o Penélope Cruz.

-  En 2011 dirigió el Festival de Teatro de Mérida.

- Ha dirigido siete piezas teatrales.

- Sus últimos trabajos en el teatro: Silencio o La madre de Frankenstein.

Pensar en ella es recordar aquel viaje de fin de semana a Mérida para verla dar vida a Medea, a la que solo se había atrevido a interpretar Nuria Espert. Si cierro los ojos la veo vestida de negro con esa maleta antes de comenzar la obra, andando por las gradas del teatro romano. Recuerdo esas dos horas y pico donde ella cual camaleón se come todo lo de su alrededor.

Pensar en ella, es recordar ese regalo de cumple de mi madre en Las Naves del Español viendo su primera obra donde ella dirigía, La avería. Las palabras de mi madre, el argumento y esa tarde que la había precedido unas migrañas con vómitos horribles siempre se quedarán en mi cabeza.

Pensar en ella es recordar el silencio posterior a que acabará la película Maixabel donde ella da con verdad y quietud vida a la verdadera Maixabel Lasa.

Pensar en ella es recordar la reciente La madre de Frankenstein. Esa Aurora que va a ser muy difícil de olvidar. 

Pensar en ella es recordar lo especial que es el teatro en mi vida, lo mucho que lo respeto y admiró y hasta que punto forma parte de mi esencia como persona.

Sino habéis visto ese Imprescindibles, verlo, porque es un homenaje tremendo a esa mujer que nos enseña a través de sus personajes las vidas de otros u otras.

Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras, y os hago una pregunta ¿Nos vemos esta tarde con una propuesta cultural que dura pocos días?