Os pongo en un breve contexto, tú una mujer feminista, que lleva esos valores por bandera y estas criando a tu hijo sola en esos valores. Un verano en tu casa familiar acusan a tu hijo y sus amigos de una agresión sexual. ¿Puede haber peor pesadilla?
Con este pequeño relato descubrí la serie que os siento este miércoles y que he podido ir disfrutando, aprendiendo y sufriendo semana tras semana, Pubertat. Una serie arriesgada, honesta, sin tapujos, cuidadosa, brutal, reparadora, compleja... que pone el consentimiento en todo el centro de la trama.
LO MEJOR DE PUBERTAT:
- La mirada con dolor pero sin excesos dramáticos de Dolera. Porque nada más dramático que la verdad, que se nos va abriendo como las capas humanas de las torres de los castellers.
- Un guion hilado, perfilado, sin grandes giros, que va fluyendo a la velocidad y tiempos de la víctima. Sin agobios ni enredos, sin cuestionamientos.
- Las subtramas enseñadas desde el respeto, el amor y la empatía de que este relato llegué a mucha gente.
- Poner las agresiones sexuales y el consentimiento entre gente muy joven en el centro.
- Las interpretaciones desde un punto de vista auténtico y real. Desde los más jóvenes que te dejan sin palabras a los más adultos y adultas que nos muestran sus cicatrices.
- Los últimos 15 minutos del último capítulo. Son poesía visual, dramática, artística y sobre todo interpretativa, con una carga emocional tremenda.
- Su sensibilidad sin miedos ni tapujos.
Una obra de arte, sincera y honesta que podéis ver en HBO Max y que de verdad os recomiendo porque merece la pena verla, reflexionarla y si tenéis hijos o hijas adolescentes verla con ellos y ellas y compartir que ven y sienten. Y ya no os cuento si trabajáis con ellos.
:) :) :) :) :)




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