Toni Roca lleva más de 10 años impartiendo cursos para enseñar a hacer pan. Hay pocas plazas y bofetadas para apuntarse. Los alumnos que se inscriben saben que los cursos de Toni Roca son únicos, el método parte de una simpe y curiosa premisa: para hacer un buen pan no hace falta la mejor harina o la levadura más fresca, para hacer un buen pan solo es necesario estar bien con uno mismo. Así de sencillo.
¿Somos el pan que hacemos? Una corteza poco crujiente puede ser sinónimo de problemas laborales, una miga demasiado densa seguramente es indicativo de una crisis de pareja, un pan soso, solo puede ser el resultado de una vida sexual insatisfactoria.
Si quieres hacer un buen pan, debes arreglar todo aquello que no funciona bien en tu vida. Y el curso garantiza que, después de estas sesiones, el alumno conseguirá hacer un pan excelente. El sistema de aprendizaje es muy heterodoxo. Los alumnos no solo amasan o controlan la temperatura del horno: se confiesan, lloran, ríen, gritan y se liberan. Las mejoras en el pan -y en la vida- se hacen evidentes enseguida. Tres nuevos alumnos se han apuntado al curso de este año, tres alumnos con intereses, voluntades y momentos vitales totalmente distintos.
¿Hasta cuándo lo podemos ver en el Teatro Fígaro? 2 de abril.
Yo no se vosotros y vosotras, pero yo es ver en un cartel teatral a Antonio Molero y se me hace la boca agua. Entre pan y pan, siempre hay espacio para la vida, las emociones y sentimientos de los seres humanos.
Un beso enorme lleno de cariño rinconeros y rinconeras, espero veros mañana con los estrenos de cine de la semana :) :) :) :) :)
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