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domingo, 11 de mayo de 2025

Henry Ford Hospital o la cama volando

No recuerdo en que momento exacto de mi vida conocí la existencia de Frida Kahlo, pero solo os puedo decir que una vez que la conoces, lees sobre ella y conoces cosas de su vida y obra sientes un enganche de querer conocer, saber, ver, leer, oír y hasta diría comer cosas relacionadas con ella.

Esta mañana os compartí la experiencia inmersiva que está en Madrid hasta el 31 de mayo, y hoy retomo después de mucho tiempo, mis post sobre obras de arte que me gustan y la de hoy me gusta y perturba, porque Kahlo en un momento de inmenso dolor, utilizó el arte para compartir y sanar.

Henry Ford Hospital o La cama volando, es una de las obras más literales y crudas del repertorio de la artista mexicana. Su esposo, Diego Rivera, había sido llamado a trabajar en una serie de murales en EEUU. Luego de que se les permitiera el ingreso al país (caso que no fue sencillo dado la popular militancia comunista de su compañero) el gran muralista mexicano se dedicará de lleno a sus encargos.


Y para explicar este increíble cuadro, os pongo en contexto, nos trasladamos a 1930, por razones médicas, Frida había tenido que interrumpir un primer embarazo. Pero en 1932, contra todo pronóstico médico (dadas las secuelas del accidente acaecido en su adolescencia) vuelve a quedar embarazada en la ciudad de Detroit mientras acompañaba a su esposo a cumplir con sus trabajos en murales. En esta segunda ocasión, y con la recomendación de su gran amigo el Dr. Leo Elaesser, Frida decide avanzar con el embarazo.

Pero cursando apenas las primeras semanas, lejos de su familia y de su marido, el 4 de julio sufrirá un aborto espontáneo, lento y traumático.

La artista se expone en plena pérdida, flotando en la escena sobre la cama del hospital donde fue atendida. En el lienzo sobre el metal, Frida va describiendo las sensaciones y pensamientos que fue atravesando esos 13 días de internación. Todos estos, se ven conectadas por un hilo rojo, hilo de sangre, cordón umbilical, a venas conectadas que sostiene con su mano.

Todo este proceso de soledad y tristeza que Frida vivió en Detroit, se tradujo en la gran decepción que le producía este país que se jactaba de prometer futuro y progreso a todos sus visitantes.

Esta maravilla la podemos encontrar en el Museo Dolores Olmedo en México.

La primera vez que pude ver esta obra por internet lógicamente, me quede de piedra ante el dolor que nos comparte y ante la forma de contar un hecho tan íntimo, doloroso y traumático para ella. Buscar en el arte la salida del dolor y buscar el camino de comenzar a sanar a través de los pinceles, es uno de los grandes valores del arte y quiero reivindicarlo desde este rincón.

¿Conocíais este cuadro de Kahlo?

Un beso muy fuerte y espero que hayáis disfrutado del finde :) :) :) :) :)


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