Para poder poneros en contexto del significado de la segunda peli que os siento este miércoles, debo trasladarme a mis 16 años, allá por mayo del año 2000, cuando mi madre tuvo que viajar a Barcelona a hacerse un tratamiento en un hospital de allí en la mutua por un accidente laboral que había tenido al bajar del autobús.
Esas dos semanas me quede en el Barrio de la Concepción con mis yayos, unos días de nervios de echar de menos a mis padres, pero de regustillo de pasar tiempo con mis yayos, a los que cada día tengo tan presentes en mi vida. Los fines de semana me escapaba a casa de unos amigos de mis padres, y así entre viajes en coche al colegio, mis padres volvieron y en la maleta vinieron dos libros regalo de nuestra tía Taqui a mi madre:
- La cenizas de Angela.
- El diario de Bridget Jones.
Y en este último encontré al primer personaje femenino literario de mi vida, risas y hasta siendo mucho más joven que aquella británica un reflejo en el que mirarme. Una mujer treintañera, soltera, con una madre un tanto particular, con una tribu de amigas de esas que podemos llamar familia, con diarrea verbal, amante de escribir en su diario y con un nombre propio: Mark Darcy.
Este solo fue el principio de un romance que lleva en mi vida 25 años, porque a los libros le siguieron las películas con una Renée Zellweger, dando vida a esa mujer a la que quiero desde mi adolescencia.
Coincidiendo con el Día de San Valentín, se estrenó la que parece ser el final de una Saga increíble, Bridget Jones, loca por él, así que ¿Cómo no ir a verla?
"Bridget está sola después de enviudar hace cuatro años, cuando Mark murió durante una misión humanitaria en Sudán. Es la madre de Billy, de nueve años, y de Mabel, de cuatro, y se encuentra en una especie de limbo emocional mientras cuida a los niños con la ayuda de sus mejores amigos y de un antiguo amante, Daniel Cleaver. Presionada por su familia urbana, compuesta por Shazzer, Jude y Tom, su compañera de trabajo, Miranda, su madre y su ginecóloga, la Dra. Rawlings, se siente obligada a interesarse por la vida y el amor. Trabaja de nuevo e incluso prueba con una app de citas, a través de la cual conoce a un soñador bastante más joven que ella. Mujer trabajadora, ama de casa, madre y enamorada (a medias), Bridget se enfrenta al enjuiciamiento de las madres perfectas en el colegio, se preocupa por Billy, que no acaba de acostumbrarse a no tener un padre, y mantiene una extraña relación con el muy racional profesor de Ciencias de su hijo".
Una película de la que debo admitiros que no pare de llorar.
Llorar de emoción de pensar que de verdad estaba ante el final de Bridget tanto en las pantallas de cine como en los libros.
Llorar de emoción ante la vulnerabilidad de la vitalista Bridget, con la perdida de Mark, y ver como cada día cuando se levanta es una lucha por sobrevivir.
Llorar de ver como su familia urbana la continua acompañando 25 años después.
Llorar de alegría de ver lo que en ella se cuenta y se comparte.
Llorar de pena porque tenía un mezclaíto de sentimientos y emociones.
Llorar ante la sorpresa de ver como aunque han pasado 25 años desde aquella Bridget que se enamora de su jefe del trabajo, Daniel Cleaver, su esencia sigue presente, pese a su pena y su dolor, porque su carácter y personalidad nos lo enseña hasta en las peores situaciones.
Una película de la que podéis encontrar críticas de todo tipo, pero que a mí me ganó hasta que sale ese cartel de FIN que me pillo llorando a lágrima viva, sin palabras, pero con el corazón llenito de amor. Primero de ver como el tiempo pasa aunque nosotras no lo sintamos y segundo, de poder compartir algo tan personal como mi amor por la británica Jones con mi Mark Darcy personal, David.
No perder la esencia de quiénes fuimos creo que es algo vital y os puede parecer absurdo, pero yo trabajo cada día para cuando me miro en el espejo, ver que no pierdo aquella niña ilusionista, friki de la cultura, tratando que mi buen humor siempre gané y saber que en las de siempre encuentro mi bastón moral.
No se si la habéis visto, pero os recomiendo poner a Bridget en vuestra vida con sus muchas luces, sombras y esas ganas de vivir la vida y el amor como ella consideré.
No os voy a engañar, es difícil ver a Jones sin Darcy, pero rinconeras y rinconeros, la vida siempre sigue y después de la oscura noche siempre llega el amanecer con más o menos luz, pero cada día amanece, que como diría la película de José Luis Cuerda, no es poco.
Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras, yo me despido de vosotros y vosotras con la esperanza, de que este sea mi último día con escayola.
:) :) :) :) :)
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