Chao chao 2019

El paso del tiempo es algo imparable, y de nuevo un año más me quiero sentar en este rincón tan especial para despedir un 2019 que me ha traído y se ha llevado muchas cosas:

- Se ha llevado personas muy queridas de mi familia
- Nos ha devuelto a mi prima, a la que echaba muchísimo de menos, aunque preveo que por un espacio muy breve de tiempo
- Me he tenido que despegar de mi compañera de trabajo de una forma abrupta que todavía a día de hoy ando bastante en shock y KO
- He descubierto facetas mías que desconocía y trato de potenciar
- He tratado de dedicarme más tiempo a mi misma y a mis aficiones en solitario, como pilar de mi estabilidad emocional
- He disfrutado como una niña de la vida que paso al lado de mi chico, que como le digo es mi persona favorita como la canción de Alejandro Sanz

- He cumplido algunos propósitos con los que despedí el año pasado, pero otros me los he pasado por el zapato, y la verdad es que debo volver a retomar
- Ha sido fundamental leer, escribir y tratar de seguir soñando despierta, con el objetivo de cumplir esos sueños vitales
- He tenido miedos, con los que sigo tratando de luchar
- He vuelto a ver a una persona vital para mi, y aunque con calma y respeto, me siento muy feliz
- He visto como mi mejor amiga ha cumplido su sueño y trabaja día a día por afianzarlo

- He sido feliz de ver a mi madre volviendo a trabajar después de mucho tiempo, ver como su cara y vida vuelve a desprender luz es motivo de felicidad para mi
- He tratado de no obsesionarme por personas o cosas que la verdad no merecen la pena perder tiempo
- He podido disfrutar más momentos con mi rubio favorito
- He podido deleitarme con La Verbena de Maruja Mallo, un cuadro que llevaba mucho tiempo detrás de ver

- He sido testigo de como los más y las más menudas van creciendo con salud y sonrisas
- He continuado ampliando la pequeña/gran familia de muñecos y muñecas Funko, a los que consideramos nuestros hijos e hijas

- He intentado ser fuerte y demostrarme a mi misma, que si quiero, puedo
- He cumplido sueños vitales y momentáneos: ver a Alaska, visitar el Monasterio de Piedra, poder disfrutar más de mis hobbies, cantar a grito pelao´una de mis canciones favoritas, poder ir a ver Jauria que ha marcado un fuerte antes y después en mi conciencia, seguir haciendo topless en la playa, dormir debajo del brazo de mi chico, comenzar a leer la saga de Juego de tronos...

- He finiquitado unas verrugas que tenía en las axilas que desde hacia muchos años me hacían sentir vergüenza en verano
- He bailado en casa con mi chico sin vergüenzas ni tapujos
- He superado nuevos y muy dolorosos cólicos al riñón
- He comenzado cursos que me apasionan y enseñado
- He recibido la llamada de los fuertes brotes espondiliticos
- He refrendado mi feminismo, uno de mis mayores orgullosa

- No he conseguido mi reto de los 40 libros en un año, pero no me arrepiento de ninguno de los que han pasado por mis manos

- He bailado y cantado como una niña pequeña en el primer festival que he acudido en mis 35 años de vida
- He descubierto a Vanesa Martin y la tengo como banda sonora principal de mi día a día

- He regresado a Cartagena, un lugar muy especial para mi chico y para mi, donde volvimos con las pilar cargadas, más morenos, más tranquilos, con un coche roto y un décimo de lotería al que le tocó la pedrea

- He hecho mis primeros trabajos de papelería diseñados por mi para el curso escolar con mis ideales bien plasmados en ellos

- He salido a votar con convicción y fuerza porque no me gusta nada lo que se está cociendo

- He bailado sin parar lo que me ha salido del alma

Un año que despido dando las gracias por haberlo podido vivir, y con ganas de comenzar el que será un 2020, donde caerán los 36 y deseo recoger los frutos de algún que otro esfuerzo físico y psicológico.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y nos vemos el año que viene