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domingo, 18 de marzo de 2018

Pongamos que hablo de Lavapiés

Por desgracia desde este pasado jueves, el barrio madrileño de Lavapiés está siendo triste noticia por los duros y cruentos enfrentamientos tras el fallecimiento de Mmame Mbage en la calle Oso de este barrio.

Un senegalés de 35 años que llevaba 11 años en España, a la que llegó en una patera y en sus sueños solo estaba conseguir dinero para  poder volver a su país. Aquí un pequeño alto ¿Después de once años cómo es que no había conseguido los papeles? De verdad ningún ser humano en ningún país del mundo debería ser considerado ilegal. Da igual de donde venga, solo es un ser humano que no creo que por gusto se meta en una patera donde puede perder la vida y dejar su vida y vida tan lejós.

Después del fallecimiento muchas cosas he leído:

- ¨Murió de un infarto¨.
- ¨Estaba siendo perseguido por unos policías en una redada contra los manteros¨.

¿En serio me quieren decir que no hay problemas más graves en Madrid que un señor o señora vendiendo objetos en una manta? Porque me parece muy hipócrita y racista lo que he leído y oigo de algunas personas, cuando yo, y hablo en primera persona me he parado en más de una ocasión a ver que vendían. ¿Soy la única? Yo creo que no.

Entonces dejemonos de hipocresías baratas, cierto es que los manteros son personas que no pagan ningún impuesto para esta venta perjudicando a comerciantes, pero porque no ir más allá de ellos ¿Por qué no se busca quién proporciona a estas personas la mercancía a vender? ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus nombres? ¿Por qué no se actúa contra ellos?

He sido testigo en primera persona en la Puerta del Sol hace unos años de la sobre fuerza empleada por parte de algunos policías para detener a estos manteros, valga por delante que no quiero poner en duda la labora policial, pero en serio ¿Es necesaria esa fuerza?

Todo lo que ha venido tras este fatídico jueves no ha sido más que una ola de terror, violencia y odio en un barrio en el que personas de diferentes culturas y etnias viven en un barrio que nada tiene que ver con las imágenes que hemos visto y vivido. Yo tengo la suerte de tener una relación muy especial con Lavapiés al que me unen entre otros, lazos laborales, y se de ese ambiente diverso y bonito que se vive en el barrio.

¿Qué hay delincuencia? Pues creo que como en todos los barrios de Madrid. Pero asociar la delincuencia a la inmigración además de denotar un total desconocimiento e injusticia, muestra una gran incultura, y os lo dice una mujer que en el mes de julio un senegalés la intentó atracar a plena luz del día, pero por ese caso voy a detestar a los senegaleses, que idiotez tan grande.

Que la comunidad senegalesa haga las reclamaciones pertinentes después de este fallecimiento me parece de justicia, que se deben investigar las causas y razones del fallecimiento de Mmame indudablemente, pero lo que está totalmente fuera de lugar es la utilización partidista de la violencia por este suceso.

Entiendo que la comunidad senegalesa este enfadada y reclame dignidad y buenas prácticas policiales, pero la utilización de algunos y algunas para destrozar todo a su alrededor me parece una aberración.

Las imágenes vividas el jueves son más propias de una guerra que de una gran ciudad como Madrid, y la labor de algunos policías me parece que debería ser mirada con lupa. No puedo poner en duda que protejan la ciudad, pero ese uso malintencionado y sin justificación de la porra y la violencia no debería tener cabida en un cuerpo que se dedica proteger a los ciudadanos y ciudadanas de Madrid. No se si lo habréis visto pero hay un video de un antidisturbio pegando a un hombre sin justificación que mi me horrorizó, pero menos mal que había una cámara grabándolo.

El viernes debido al clima creado en mi trabajo tuvimos que suspender nuestra jornada por miedo a lo que pudiera suceder y miedo a exponer a los menores a situaciones donde la violencia era palpable y de verás me indigna, porque creo que hay personajes que aprovechan situaciones funestas como es la muerte de Mmame para sacar esa furia, descontrol y violencia, dando una imagen del barrio de Lavapies que en nada corresponde con su día a día.

Solo puedo decir que espero, deseo y exijo que se sepa la verdad.

Espero, deseo y exijo que se depuren responsabilidades.

Espero, deseo y exijo que el barrio vuelva a su normalidad y que Lavapiés siga siendo esa preciosa ventana a la diversidad y a la multiculturalidad que yo tengo la suerte de vivir día a día.

Pero sobre todo espero, deseo y exijo que las personas dejen ser ilegales para ser consideradas como lo que realmente son, seres humanos.

Muchos besos rinconer@s y nos vemos mañana con el penúltimo libro que me he leído, y es que nada mejor para empezar la semana que un buen libro.

:) :) :) :) :) 

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