Solo puedo deciros que en mi opinión nunca votar debería ser un delito, y que el uso injustificado de la violencia me parece un tremendo error a la par de una tremenda crueldad. No os voy a engañar Puigdemont no me gusta nada en absoluto porque se aprovecha de los sentimientos de los catalanes para llevar a cabo su cacicada, pero de igual manera opino que el Gobierno de España durante años ha dejado de lado un problema tan grande como el catalán.
Y ¿Por qué actúan así un@s y otr@s? Pues sinceramente creo que por intereses electorales, así que desde este rincón solo pido que todos y todas sin distinción se sienten de una buena vez y traten de buscar una solución a un problema que lo único que está haciendo es radicalizar a la gente y separar a las personas. Y eso es algo muy triste.
Pero hoy en esta mini vuelta, quiero sentarme a compartir una película que vi en mi convalecencia con el cólico. Estaba desde hacia un tiempo en el catálogo de Netflix, pero no fue hasta esos días (vamos casi casi una semana) cuando me decidí a verla: Frida.
Esta película es un biopic sobre la famosa pintora mexicana Frida Kahlo, centrada en su tormentosa relación con Diego Rivera, desde su larga y complicada relación con su mentor y marido, hasta su controvertido e ilícito affaire con Leon Trotsky, pasando por sus provocativas aventuras amorosas con mujeres.
Frida Kahlo fue una mujer radical y revolucionaria en todos los aspectos de la vida: personal, social laboral...
Como os decía en el post de hoy, en mi opinión es una película mexicana con olor a americanada, por su esencia, por sus diálogos, por sus exteriores remarcando demasiado el ambiente mexicano, pero en el fondo una americanada.
¿Eso es bueno o malo? Pues no sabría que deciros, porque la verdad no me gusta porque se pierde la esencia real de la historia, pero por otra tiene un olor a gran producción, y la verdad sea dicha la figura de Kahlo se lo merecía.
Nos muestra una apasionada pero poco apasionante biografía donde se deja de lado a la pintora para centrarse en la vida de la persona. Es innegable que la vida de Frida ha estado unida a Diego Rivera como el cordón a una zapatilla de deporte, pero su obra tenía luz propia, entidad, lejos de la figura de Rivera.
Se enseña unos tintes blandos sobre una vida que no fue precisamente de ¨vino y rosas¨, y aunque Salma Hayek, lo intenta con una puesta en escena, maquillaje y peluquería perfectos, de tantas ganas se queda a medio gas entre las ganas y el engaño.
No os voy a engañar conocía pocos detalles de la biografía personal conocía de Kahlo, pero considero que tuvo una pintura tan apasionante, tan fuerte, tan llena de vida y de luz, que la película deja de lado este aspecto para centrarse en su vida privada. Que si su vida privada influía de forma irremediable a su obra, pero ésta era mucho más densa e intensa que sus amoríos y viajes.
Eso si, un puntazo es la breve aparición de mi charrita dorada, Chavela Vargas, dado ese acento mexicano al film que yo tanto he echado de menos en la cinta.
¿La habéis visto? ¿Qué os pareció?
Yo gracias a esta película, me tomado la decisión de investigar y estudiar más sobre la obra y figura de Kahlo, que sinceramente era apasionante, fuerte, dura, pero a la par sensible y delicada como una rosa.
Que paséis un feliz martes y mañana nos vemos con otra película que es una llamada a la vida, a la realidad identitaria, a la reafirmación como ser humano.
:) :) :) :) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario