La primera peli que me apetece compartiros este domingo de mucho calor, David siempre me decía que tenía muchas ganas de verla, y la verdad es que yo buscaba excusas. Pero cuando vimos la serie de Netflix Adolescencia, leí que el director y el actor principal formaban también parte de Hierve, y que su premisa al igual que con la serie había sido el plano secuencia, claro le dimos al PLAY.
Una película que:
- No para.
- Fluye.
- No descansa.
- No se te escapan pequeños detalles.
Y preguntas ¿Cuándo va a reventar?
En la noche más concurrida del año en uno de los restaurantes de moda en Londres, el carismático jefe de cocina Andy Jones trata de no derrumbarse ante una crisis personal y profesional que podría destruir todo aquello por lo que ha trabajado. La inesperada visita de un inspector de sanidad y seguridad alimentaria aumenta la presión sobre el personal mientras no dejan de llegar más y más clientes. Andy abronca y engatusa a su equipo indistintamente, haciendo todo lo posible para disipar las tensiones entre la gerencia y los trabajadores, mientras atiende a las ridículas demandas de sus clientes.
LO MEJOR DE LA PELÍCULA:
- Ese estrés constante que hace que no te relajes en los detalles.
- El plano secuencia que te hace sentir parte de ese equipo de cocina.
- Un reparto en el que nadie sobra y todos cuentan.
- La tensión a la que debe estar sometido personas que trabajan en una cocina y que es palpable en cada segundo.
- Una ambientación oscura.
- Un guion que te va dejando pequeñas pinceladas de lo que puede ir ocurriendo.
- Un final abrupto que te corta en seco.
Verla por favor. Espero veros a la vuelta de El lago de los cisnes.
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