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jueves, 2 de octubre de 2014

Las cincuenta sombras liberadas: Lo mejor del pasado es afrontarlo con valor.

Empezaré siendo sincera, este tercer libro que pone de momento final a esta trilogía (aunque leyendo el final lo dudo...) no me ha parecido tan adictivo como los dos anteriores, pero aunque me ha gustado me ha dejado con un sabor agridulce y es que a pesar de que creo que cada uno somos como podemos o como nos han enseñado, para nada justifico la actitud sobreprotectora rozando la persecución y la obsesión de Grey a Anastasia y eso es algo que si no lo digo como se dice "reviento".

Porque sí, esta demostrado que es una bonita y sexual historia de amor, pero es que lo que en el libro nos lo vende como el exceso de protección dadas las circunstancias vividas por Christian a mi me parece que es un acoso feroz por la que es su mujer, sí su mujer porque después de cinco intensos meses de relación Anastasia se casa con el obsesivo y delicioso Christian Grey. Pero bueno so cuento un poco de que va estas Cincuenta sombras liberadas.


La historia comienza en la Luna de Miel de Christian y Ana, en ella Ana va rememorando detalles de cuando Christian le propuso matrimonio y ella aceptó y de su boda, todo parece ir bien, excepto porque Christian se molesta con Ana y mucho por un acto de indisciplina, que los lleva a una experiencia  de castigo.

Cuando regresan a Seattle, Ana quiere seguir trabajando para la editorial,a pesar de sus esfuerzos Christian no logra convencer la de ya no trabajar, sin embargo Christian es sobreprotector con Ana y sigue teniendo  guardaespaldas  (Sawyer), el primer día de trabajo de Ana, Christian le hace mención y que aún no cambia su nombre de Anastasia Steele por el de Anastasia Grey, lo que genera un conflicto, pues Ana quería mayor independencia de su "megalomaníaco"  quería conservar su nombre de soltera, pero ella cambia de parecer porque Christian significa que le pertenece y eso es muy importante para su bienestar emocional.

Como siempre controlador y posesivo.

Ningún conflicto entre ellos parece demasiado,pero todavía quedaba la incógnita :

¿Cómo y quién había saboteado el Charlie Tango? ¿Quién querría matar a Christian Grey?  ¿Sería la Señora Robinson por lo que pasó en el cumpleaños de Christian? ¿Podría haber alguien que tuviera más de una razón para quererlo muerto? 

 Tras una persecución en automóvil y una noticia inesperada por parte de Ana hacia su marido, todo cambia y hay mucha acción y emociones al por mayor.

Eso sí después de esta pedazo de sinopsis lo único que os puedo decir que los dos primeros libros han sido trepidantes, pero este último es el más completo, porque no me podía imaginar la cantidad de cosas que pueden suceder en casi 700 páginas, que comprenden como mucho cinco o seis semanas.


Pero es que todo en los nuevos señores Grey va muy muy rápido, y aquí en este libro queda muy bien reflejado varias cosas:

- La valentía de Anastasia, y como a pesar del férreo control de lleva Christian sobre ella, es luchadora y trata de luchar por lo que cree que debe hacer en cada momento, aunque su marido, os diré la tiene muy bien cogida la medida, porque sabe que los ojos grises y la sonrisa seductora la hacen flojear, pero en este libro la actitud de ella es firma, dejando a Grey todavía más perplejo y enamorado de su joven esposa.

- Como Christian sigue luchando por superar su pasado y sus miedos, y esa lucha de la mano de su valiente mujer le lleva a afrontar cosas que no había ni imaginado la primera vez que la señorita Steele se cae por primera vez en su despacho.

- Es increíble, pero el pasado nos puede sorprender todavía a peor, y es que cuando descubren de verdad quién es que ha saboteado su helicóptero y que conexiones tiene con su pasado, parece espeluznante pero hay lagunas que es mejor rellenarlas porque sino duelen, y el dolor lleva al miedo.

Pero una de las cosas que más me han gustado de este tercer libro es como el amor puede con todo y el sexo es imprescindible ya no solo en esta relación sino en cualquiera y los límites de esas relaciones sexuales deben ser establecidos por los dos miembros de la pareja.

Aunque os digo una cosa después de tres libros de esta pareja os digo que yo también adoro el sexo vainilla pero de vez en cuando algo de "alegría" no viene nada mal para el cuerpo, el ánimo y el alma. jajaja.

Espero que estéis disfrutando de esta semana tanto como yo, porque para mi sentarme y compartir con vosotr@s mi sentimientos sobre determinadas cosas es una pasada y en estos días en los que me encuentro más regular que bien está siendo una vía de escape increíble, así que gracias a todos por vuestros clicks.

Así que con esto y un bizcocho hasta mañana, en un viernes en que dejaré de lado los libros para hablar de un personaje que copará euros y euros en la taquilla española, José Luis Torrente.


Hasta mañana :) :) :) :) :)





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