En mi primera visita a la Librería Mujeres en el centro de Madrid -cerca del famoso Pontejos- de entre los libros que me compré, uno de ellos fue con el que quiero inaugurar esta nueva semana que por cierto tiene muy buena pinta. Andaba desde hace mucho detrás de un libro que tuviera como centro a Lucía Sánchez Saornil y además de leerme el libro que hubieran datos, fechas y nombres. Me ha parecido que Lucía realizó un ejercicio de coherencia en sus relatos y palabras que se vieron silenciados con la larga llegada de la dictadura franquista.
"Lucía Sánchez Saornil (1895-1970), esa figura: "menuda, cortante de palabra, aguda y viva, era la protesta eterna y palpitante contra todos las injusticias de la vida, contra los absurdos de las oficinas, contra la tortura e las fábricas, contra la asfixia moral de los códigos y normas al uso".
No hay Lucía, sino varias. Al igual que sus variados oficios y actividades: poeta ultraísta y revolucionaria, telefonista de Telefónica, periodista, sindicalista represaliada, oradora, pintora y retocadora fotográfica, organizadora del Movimiento de Mujeres Libres y de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), miliciana en la guerra de España y en el exilio... Y lo hacía junto a otras muchas compañeras anarquistas, conscientes de que la educación y la libertad integral era una labor de las propias mujeres, asociadas.
Su apasionante vida queda condensada en esta minuciosa obra, la 1ª gran biografía ilustrada que su público de este energética y tímida mujer.
Ignacio C. Soriano, historiador y gran conocedor de los movimientos anarquistas, en particular del español, lleva tres décadas rastreando la vida de esta insigne madrileña que ahora publicamos".
Una mujer que trabajo, lucho y escribió por la liberación real de la mujer, por sus derechos y porque tuviera los mismos espacios que los hombres.
Una mujer que supo lo que era trabajar.
Una mujer que supo que la poesía era el camino de la belleza y la verdad.
Una mujer anarquista, feminista y emprendedora.
Una mujer que fundo junto con dos compañeras Mujeres Libres, revista y asociación por y para ls mujeres.
Una mujer que vio truncados sus sueños por la dictadura, viéndose llevada a la oscuridad y al no poder volver a pronunciarse.
Una mujer que en su lápida se escribió: pero... es verdad que la esperanza ha muerto.
Aunque el libro es supe recomendable, ha habido momentos en los que me perdí con tantos datos, fechas y nombres, pero una lectura donde dar el espacio que se merece a Lucía y practicar la memoria, porque aunque yo no me siento cercana a las ideas anarquistas, respeto las ideas de todos y todas, y el trabajo y palabras de Lucía fuero impecables.
Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras y espero veros esta tarde, si me da tiempo y sinceramente, me acuerdo, porque ando en unas vacaciones sin obligaciones solo haciendo cosas que realmente me apetezcan.
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