"Existen actores malísimos, muy malos, malos, regulares, aceptables, buenos, buenísimos, muy muy buenos, grandiosos y Fernando Fernán Gómez".
Y los años pasan y pasan y que gran verdad siguen siendo esas palabras, porque Fernán Gómez no solo dedicó su vida al cine, sino también al teatro, a las letras, a la cultura en general, dejando un legado eterno que deseo que con el paso de las generaciones se valoré y ponga en alza como uno de los mayores exponentes culturales de la historia de España.
Pues en este jueves me siento a hablaros de una de las obras que salieron de sus manos, que está considerado como uno de los textos más representativos del teatro español contemporáneo, y que hasta el 30 de abril podemos disfrutar de ella además en el Teatro que lleva su nombre, el Fernán Gómez.
Las bicicletas son para el verano recibió el Premio Lope de Vega en 1977, en una magnífica puesta en escena de José Carlos Plaza, que fue todo un acontecimiento teatral.
Ahora César Oliva revisita ese gran texto en el que se combinan sabiamente elementos costumbristas con elementos trágicos y realistas, mostrados a través de los avatares de un matrimonio madrileño y de sus dos hijos durante los tres años de nuestra sangrienta y cruenta guerra civil española.
¿Habéis leído esta obra de teatro? Yo debo admitir que no y mira que mi chico lleva años detrás mía para que lo lea, y hay mira que hay veces que han emitido en la televisión la película, pero hasta que no me lo lea no la veré, así que si quiero ir a ver esta obra todavía estoy a tiempo de subsanar como dice mi chico "el sacrilegio" de no habérmelo leído.
¿Nos vemos en el teatro rinconer@s?
Además el Teatro Fernán Gómez es uno de los teatros más cómodos de Madrid, con una capacidad muy amplia y una acústica inmejorable.
Con este jueves de bendito teatro me despido de vosotr@s pero solo hasta mañana con más y espero que mejor :) :) :) :) :)
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