Para este frío fin de semana he querido compartir con vosotros, una nueva obra de arte, que roza la belleza extrema, con el puntillismo, con el detalle... Madre y niño de Edouard Vuillard.
Vuillard se considera fundador de los nabís y revela la influencia de los grabados japoneses en la obra, es bidimensional además que el decoro de sus cuadros y la rica ornamentación de éstas se acentúa lo raro y lo exquisito.
Este cuadro que hoy os pongo aquí es de un aspecto tan fino que a mi recuerda a un tapiz ¿Qué opináis? se utiliza unos colores suaves pero intensos que realizan lo principal de la obra, os reconozco que en un principio me costó bastante encontrar el centro de la acción porque es tanto detalle, tanto realce de determinados colores pero os invito a que lo pinchéis y lo veáis en grande porque de verdad es una pasada.
Una de las cosas que más me fascino de éste es que de una forma un poco inconsciente se empieza a usar el puntillismo para dar forma y relieve a las formas y objetos del cuadro, como por ejemplo enmarcar la cama dónde están los personajes, es como si todo estuviera detrás de un fino velo y nosotros fuéramos "los mirones".
Creo que es un cuadro con una finura y un estilo que hace que la vista se detenga en él un tiempo bastante elevado, como se realza el azul y el amarillo del fondo a mi me encanta.
Puede parecer un cuadro cargante pero yo creo que también el exceso de detalle y de cara es bello cuando se crea una armonía que sin lugar a dudas este cuadro tiene.
Así es que con esta maravilla de Vuillard os dejo hasta el lunes, disfrutar mucho y bien o descansar o salir de fiesta... o lo que queráis, pero de todas todas nos vemos el lunes.
Muchos besos rinconeros :)
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