Powered By Blogger

lunes, 15 de enero de 2018

Segundas visiones siempre son buenas si son con Paquita Salas


Que sorpresón me llevé en instagram hace unas semanas cuando vi que una de las series que más me emocionó en el 2017 había fichado por Netflix quien además de subir completa su primera temporada, asume la segunda de nuevo bajo la dirección de Los Javis (Ambrossi y Calvo) y con un magistral Barys Efe, que da humanidad, calor y color a una repre se actores y actrices un tanto peculiar como es Paquita Salas.

La semana pasada en una de estas noches en las que de verdad la televisión apesta, decidimos volver a ver a Paquita y que sorpresa, porque esta segunda visión de la primera temporada, me volvió a desbordar de humor, amor, cariño, ternura, dulzura...


Paquita Salas fue la mejor representante de actores de los años 90. Ahora todo ha cambiado… pero ella no. Cuando su actriz más conocida la abandona inesperadamente, el mundo de Paquita se tambalea. Ello hará que se lance a buscar a un nuevo talento que vuelva a ponerla en el lugar de la profesión que merece, mientras va encontrando su lugar en la vida y en su profesión. 

En un mundo aparentemente de cocodrilos en busca de su presa, encontramos a una señora como Paquita que sigue con los métodos y acciones de años pasados, pero varias premisas: el amor, la confianza, la comida, la identidad...

¿Qué tiene la serie que me enamora?

- Que en la duración de unos 25 minutos, te quedas totalmente enganchada a la acción y a esos personajes que van pasando por tus ojos.
- Ese falso montaje de documental o reportaje que se le está haciendo a Paquita.
- Lo que te mueve, lo que te emociona, lo que te hace reír, lo que te hace disfrutar, inclusive lo que te hace llorar.
- Apariciones estelares llenas de sentido.
- Brays Efe.
- La dulzura, emoción, candidez y fuerza de Belen Cuesta.
- Detrás de las luces y las sombras siempre hay un corazón.


 No se que más poder deciros, porque el año pasado ya me senté a compartir la serie cuando la vi por primera vez, pero es que esta segunda, que además me la vi en una noche después de cenar, ha sido todavía más satisfactoria.

Larga vida a Paquita.

Larga vida a los jóvenes y arriesgados creadores que luchan por sus sueños. 

Larga vida a las apuestas en donde la humanidad es más importante que un cuerpo o una cara.

Larga vida a la ficción española.

Feliz semana rinconer@s y mañana nos vemos con una nueva serie que he comenzado hace unas semanas y que tengo con ellas mis pros y contras.

:) :) :) :) :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario