A la vuelta de las vacaciones en la playa con un herpes de estrés, el cuerpo más moreno y unas ganas psicóticas de que lleguen las del año que viene, también llegó a la cartelera la nueva película de uno de los maestros del cine español, Fernando Trueba, que había rodado en inglés, con el misterio y el thriller como telón de fondo y con Aida Folch y Matt Dilon de protagonistas de una historia llena de misterio y de sucesos que son algo previsibles, Isla perdida.
"Álex es una española que comienza un nuevo trabajo como camarera en un restaurante de una isla perdida. A pesar de ganarse rápidamente el corazón del brasileño Enrico, Alex se enamora de Max, el gerente norteamericano del establecimiento. Mientras su amor florece, se empiezan a descubrir inquietantes pistas sobre el oscuro y misterioso pasado de Max".
Todo lo que había leído sobre ella no invitaba a verla, pero es que Fernando Trueba pesa mucho y ya ni os cuento el señor Dilon con el que tuve mis primeros sueños "eróticos" allá por los 90.
Una peli con un aura de misterio.
Una peli a la que el entorno favorece.
Una peli en la que aunque haya cosas previsibles nunca dejara de desagradar como la violencia contra las mujeres tiene mil y un rostros en todos los idiomas que se hablan en el mundo.
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