Hace casi siete meses recién estrenado mi contrato indefinido y la jornada laboral, me regalé las entradas para ver al deseado: Pablo López. Un hombre del que admiró su música, disfruto de sus canciones y me emociona ese talento y letras que se te clavan porque hablan de la vida, de los sueños, de los dolores...
Recuerdo cuando el 20 de enero de 2018 falleció mi yaya, El patio sonaba en mi móvil una y otra vez porque necesitaba ahogar el dolor y sentirme musicalmente acompañada. Pero al Patio le han seguido todas esas canciones que se te clavan a través de esos dedos que acarician un piano.
Y hoy hace una semana, en el Parque Tierno Galván de Madrid, después de una organización penosa pudimos disfrutar de su talento en directo, escucharle con su piano y sus gestos, y poder disfrutar de sus canciones.
Tuve la suerte en noviembre de escucharle en el concierto de Antonio Orozco en Madrid y ahí lloré mucho, pero el domingo fue especial, justo cuando sonaba el Patio, Madrid estaba atardeciendo con tantos colores diferentes en el día que habíamos dicho adiós a María. Mire al cielo y estaban esas nubes entre anaranjadas y grises como los días que hemos vivido, y sentí de nuevo lo que había sentido hacia 5 años: tranquilidad y paz, porque María ya estaría con quienes quería. Ya volvían a estar los cuatro juntos, vete tú a saber hablando de que cosas.
- El clima,
- el piano,
- el amor a la música,
- la verdad,
- emociones,
- no esconder la tristeza,
- bailarle a la vida,
- su voz aterciopelada donde el andaluz le brota...
... fue pura magia, porque una cosa es imaginarlo y otra diferente vivirlo en directo. Y lo vivido fue precioso. Sobre todo cuando cogida de la mano de David iban sucediendo tantas canciones emocionantes.
La música en directo de 10.
La voz de Pablo de 10.
Pero la organización o desorganización de 0.
Con ningún acceso para personas con cualquier tipo de discapacidad y los accesos bloqueados porque habían más personas que asientos reales.
Pero NO -como la canción de López- me quedo con su música, sus dedos como poesía en el piano y esas canciones que me transportan y que ya forman parte de mi vida.
Yo vi a Pablo López rinconeros y rinconeras.
:) :) :) :) :)
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