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miércoles, 13 de marzo de 2013

A un poeta muerto..... Luis Cernuda

Sí sí, para mi, los espacios de las poesías están siendo un revulsivo y una forma de coger energía y fuerza, porque es que ha habido y hay tanto talento en la literatura de nuestro país, que me siento muy orgullosa de poder escribir espacios dedicados a nuestra poesía, porque es un homenaje a las letras, a mi madre (gran amante de este género) y todas las veces que ésta me leyó bellas poesías durante mis estancias en el hospital cuando era niña.

Después del tiempo he comprendido su lectura era momentos de paz para mi madre, y para mi fue el comienzo del amor y la pasión por la lectura, gracias mama, todos y cada una de las poesías de estos espacios son para ti, y para vosotros que me leéis...

Hoy quiero dejaros A un poeta muerto de Luis Cernuda, que es una elegía que éste dedicó tras el asesinato de su amigo.

Como algunos sabréis Luis Cernuda fue un poeta y crítico literario español, que perteneció a la preciosa generación del 27, así que os dejo este poema, espero que os gusté...

Así como en la roca nunca vemos
la clara flor de abrirse,
entre un pueblo hosco y duro
no brilla hermosamente
el fresco y alto ornato de la vida.
Por eso te mataron, porque eras
verdor en nuestra tierra árida
y azul en nuestro oscuro aire.

Leve es la parte de la vida
que como dioses rescatan los poetas.
El odio y destrucción perduran siempre
sordamente en la entrada
toda hiel sempiterna del español terrible, 
que acecha la cimera
con su piedra en la mano.

Triste sino nacer
con algún don ilustre.
Aquí, donde lo hombres
en su miseria sólo saben
el insulto, la mofa, el recelo profundo.
Ante aquel que ilumina las palabras opacas
por el oculto fuego originario.

La sal de nuestro mundo eras,
vivo estabas como un rayo de sol,
y es tan sólo tu recuerdo
quien yerro y pasa, acariciando
el muero de los cuerpos
con el dejo de las adormideras
que nuestros predecesores ingirieron
que orillas del olvido.

Si tu ángel acude a la memoria,
sombras son estos hombres
que aun palpitan tras las malezas de la tierra,
la muerte se diría
más viva que la vida
porque tú estas con ella,
pasando el arco de tu vasto imperio,
poblándolo de pájaros y hojas
con tu gracia y tu juventud incomparables.

Aquí la primavera luce ahora.
Mira los radiantes mancebos
que vivos tanto amaste.
Efimeros pasar junto al fulgor del mar,
desnudos cuerpos que se llevan
trás sí los deseos
con su exquisita forma, y sólo encierran
amargo zumo, que no alberga su espíritu
un destello de amor ni de alto pensamiento.

Igual todo prosigue,
como entonces tan mágico,
que parece imposible
la sombra en que has caído.
Mas un inmenso afán oculto lo advierte
que su ignoto aguijón tan solo puede
aplacarse en nosotros con la muerte.
Con el afán del agua,
a quien no basta esculpirse en las dos,
sino perderse encima
en los limbos del mar.

Pero antes no sabías
la realidad más honda de este mundo
el odio, el triste odio de los hombres,
que en ti señalan quiso
por el acero horrible de su victoria.
Con tu angustia postrera,
bajo la luz tranquila de Granada,
distante entre cipreses y laureles.
Y entre tus propias gentes
y por las mismas manos
que un día ser vilmente te halagaron.

Par el poeta la muerte es la victoria;
un viento demoniaco le impulsa por la vida,
y si una fuerza ciega
sin comprensión de amor
transforma por un crimen,
a ti, cantor, en héroe,
contempla en cambio, hermano.
Como en la tristeza y el desdén
un poder más magmánimo permite a tus amigos
en un rincón pudrirse libremente.

Tenga tu sombra paz,
busque otros valles,
un río donde el viento
se lleve los sonidos entre juncos
y lirios y el encanto
tan viejo de las aguas elocuentes,
en donde el eco como la gloria humana ruede,
como ella de remato,
ajeno como ella y tan estéril.

Halle tu gran afán enajenado
el puro amor de un dios adolescente
entre el verdor de las rosas eternas.
Porque este ansia divina, pérdida aquí en la tierra,
tras de tanto dolor y dejamiento.
Con su propia grandeza nos advierte
de alguna mente creadora inmensa,
que concibe al poeta cuál lengua de su gloria
y luego le consuela a través de la muerte.


Que hermosas líneas las de este poema,
que bonitas palabras las de su amigo...

En fin no os puedo decir nada más que espero que os haya gustado tanto como  a mí, besos a todos y hasta mañana rinconeros....

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