Es que el libro de Criadas y Señoras, mejora con creces la película, que por otro lado debo reconocer que me encanto, por su transfondo, por su historia, porque esos hechos que se cuentan son cien por cien reales, por sus actrices que hacen de cada personaje un regalo para la vista.... pero es que el libro tiene una candidez, una realidad, una violencia verbal y no verbal que sobrepasa las páginas.
La historia transcurre en Jackson, Misisipi, 1962. Tras acabar sus estudios, la joven Skeeter regresa a casa, sin la menor ilusión por buscarse un marido como pretende su madre; Skeeter sueña con una vida diferente, dedicada a la literatura.
Aibeleen, una criada negra, está volcada en la educación de la niña que tiene a su cargo, para olvidar la muerte de su hijo. Su mejor amiga, Minny, conocida por su rebeldía, encuentra trabajo en casa de una familia recién llegada que aún no conoce su fama.
Cuando Skeeter conoce las historias de Aibeleen y Minny empieza a imaginar un proyecto clandestino y liberador. Estas tres mujeres unirán sus esfuerzos para rebelarse contra un orden social injusto y los prejuicios de una pequeña ciudad.
Sí es que no hay nada maś hipócrita en esta vida, que el dejar a cargo de tus hijos a una persona a la cuál consideras inferior... ¿entonces cómo le dejas a tus hijos? es una historia en la que se ve reflejada la cruda realidad de muchas Mammys (Lo que el viento se llevó), cómo sus señoras quieren sus servicios pero desprecian su raza.
Me deja estupefacta las cosas que iba leyendo, porque es que hoy en día hay gente que sigue pensando así; las tres mujeres en las que gira la historia son personas valientes, son personas que no se resignan y aunque creen difícil cambiar las cosas suelan con que se sepa su verdad.
Todo el asombro de Skeeter empieza cuando sus amigas del alma, llevan a cabo la labor de la Higiene en sus hogares, es decir, hacer servicios al servicio negro, fuera de la casa, por miedo a las enfermedades que según ellas puede contagiarles tanto a ellas, como a sus hijos... como estas mujeres detrás de su batas blancas tienen que hacer como se dice: "Ver, Oír y Callar", pero detrás de estas premisas existen sentimientos, ideas, vivencias e indignación de ser tratadas como a mercancía porque por un lado se las desprecia pero por otro son totalmente necesarias, para aparentar ser las "señoras" que en realidad no son.
El personaje de Aibeleen, me enamora por su valentía y lucha, pero es que Minny, es simplemente maravillosa, una mujer que ha sido enseñada desde niña a servir pero que en cambio, su lengua nunca ha dejado de trabajar y ser sincera, porque la señoría no se demuestra por los vestidos, o los criados que se tienen, como diría mi madre la elegancia se demuestra andando y Minny detrás de la violenta vida que lleva es una señora de los pies a la cabeza, además hace unas tartas de chocolate "muy especiales"....
Nada más deciros que me lo he leído en un fin de semana, porque me atraía como un imán de nevera, porque necesitaba saber que era lo que le sucedían a estas luchadoras mujeres, por eso os aconsejo que lo pongáis en vuestra lista de lecturas y que si podéis veáis la película, porque es una historia de mujeres que os va a llegar al corazón.
Disfrutar del fin de semana... y besos rinconeros.
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