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lunes, 21 de noviembre de 2016

Que gusto haberme vuelto a sentar con Carmen Sotillo: Cinco horas con Mario

¿Qué tal vuestro fin de semana rinconer@s?

Para mi no hay mejor forma que afrontar esta penúltima semana del mes de noviembre que sentarme para compartir con vosotr@s, el penúltimo libro que ha pasado por mis manos, por mis ojos, por mi cabeza, por mi ánimo en los últimos tiempos un poco castigado.

Hace 5 años que una profesora del Instituto Beatriz Galindo de Madrid nos dio a elegir para hacer un trabajo entre dos obras: Nada de Carmen Laforet o Cinco horas con Mario de Miguel Delibes. Aunque luego me decante por decisión propia, por leer los dos, el primero que DISFRUTE. y repito DISFRUTE, GOCE, VIVÍ fue Cinco horas con Mario de Delibes.

Después con los años y en este blog lo he podido compartir he tenido la suerte de ver a las dos actrices que han dado cuerpo, forma y voz a Carmen Sotillo, Natalia Millán, y este verano a Doña Lola Herrera.

Así que haciendo limpieza en la terraza de casa que la tengo llena de libros, vi Cinco horas con Mario y pensé ¿Por qué no volver a leerlo?

Y después de 15 años y dos obras de teatro por en medio, solo os puedo decir que he vuelto a gozar como la primera vez de que cada momento de Carmen Sotillo con su difunto marido, Mario.


Esta increíble novela del maestro Delibes, nos transporta a una mujer que acaba de perder a su marido y vela el cadáver durante la noche. Sobre la mesilla hay un libro, La Biblia, que la esposa hojea. Va leyendo los párrafos subrayados por el hombre que e ha ido para siempre. Una oleada de recuerdos le viene a la mente y empieza un lento, desordenado monólogo en el que la vida pugna por hacerse real otra vez. La pobre vida llena de errores y torpezas, de pequeños goces e incomprensiones.

La gran pregunta que surge de la lectura es ¿Ha conocido Carmen alguna vez a Mario?

Se escucha l irritante discurrir de la pequeña y estrecha mentalidad de la esposa. Otro hombre irá poco a poco descubriéndose, para todos, menos para ella, con todo su desesperanzas y su fe en la vida.

Hace años lo comenté pero sabéis que si empezáis a leer el libro de forma ininterrumpida, ¿Se tarda cinco horas en leerlo?

Creo que es uno de los mejores monólogos que se ha escrito, una conversación como diría mi madre "a calzón quitao", en donde ella se muestra como es que quizás le dice secretos, sensaciones, emociones y sentimientos a un marido que está de cuerpo presente, Pero ¿Qué es lo que lleva a casarse a dos personas tan diametralmente puestas? ¿Qué les unió? ¿Qué les enamoró?



Carmen muestra una mujer firme, muy religiosa, con carácter, pero que parece ha estado sometida a los designios de un un hombre muy diferente a ella, que no la ha hecho o por lo menor se entrevé en su charla feliz que al que quizás nunca llegó a conocer.

Volver a posar mis ojos por cada línea ha sido un placer, porque me he sentido como si no supiera nada de esta historia, no supiera quien es Carmen, quien fue Mario, cuál fue su vida común... No si lo habéis leído pero de verás es de esas obras que por lo menos debe pasar pos vuestras manos una vez en la vida.

¿Os lo recomendaría? Creo que leer a la señora Sotillo es de las mejores elecciones que podéis tomar, sencillez, resolución, simpleza, inteligencia, elegancia, dolor, secretismo, envuelven una de las mejores novelas del siglo XX en España.

Besos rinconer@s y que empeceís la semana con energía, ah!!!! y millones de gracias por las muchas visitas del espacio de ayer. :) :) :) :) :)

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