Keller Dover se enfrenta a la peor pesadilla de un padre. Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
No os engañó si os digo que ha sido una de las películas más difíciles que afrontar y ver porque como dice la sinopsis cuándo el pánico se va adueñando del padre de Anna, decide tomar una dura decisión, que en mi opinión y aunque suenen duras mis palabras justifican de sobra dos dichos:
1º Las cosas no son como parecen.
2º No se puede tomar uno la justicia por su mano.
Ya os he hablado en una vez anterior de la película Mistic River, una cinta de Clint Eastwood, que también toca este tema de tomarse la justicia por su mano y aunque a día de hoy me sigue pareciendo la mejor cinta que trata esta temática, creo que Prisioneros, no tiene muchas cosas que envidiarle, porque una vez más se corrobora que las cosas no son como parecen; que las apariencias engañan; que la persona que menos te esperas puede ser decisiva e incisiva y sobretodo que creo firmemente que no hay peor dolor que no saber que le está pasando a tu hijo....
Refleja muy duramente esos sentimientos que persiguen a los padres: lucha incesante, no descanso, remordimientos, culpa, dolor mucho dolor, sufrimiento, sed de justicia.... pero sobretodo refleja unos trabajos de los actores que bien merecen ser reconocidos por mi.
Hace unos días escribí en este blog sobre el cambio que ha surgido en mi en cuánto al reciente Premio Donosti de este año Hugh Jackman porque desde que vi Los Miserables, se me quito la etiqueta de actor comercial para ver en él un señor con una madurez interpretativa arrolladora y un talento deslumbrante y en esta cinta lo muestra y demuestra durante todo el tiempo.... aunque no comparto su actitud en la cinta creo que el refleja los sentimientos de desesperación de un padre.
Otra cosa es hablar de la señora Viola Davis, capaz de enganchar a cualquiera que pose sus ojos en ella, capaz de llenar la pantalla con sólo una mirada y una palabra suya, un trabajo exquisito, comedido y con un papel secundario muy fuerte en un momento determinado de la película.
Y aunque todo el reparto hace un trabajo increíble, por resaltar el último el trabajo del policía de la película, Jake Gyllenhaal, un inquietante y feroz trabajo por encontrar ya no solo a las niñas sino la verdad de un caso que se ve feo desde el minuto 20 de la película.
La verdad que a pesar de la dureza y de los malos ratos que he pasado viéndola, porque os reconozco que soy una persona bastante sensible, os la recomiendo porque el trabajo de los actores, la trama y ese final sin final definido se lo merece, además que no olvidarme de recordaros que hoy y mañana continua la fiesta del cine, con las entradas a 2.90.
Y esta fiesta del cine, debería hacer reflexionar a los distribuidores de las cintas, porque el respaldo del público ha sido feroz, porque ayer las colas en el cine eran brutales y porque la gente nos merecemos ir al cine y el cine se merece que los espectadores veamos las películas porque éstas están hechas para ser vistas y si los precios no acompañan ¿dónde va a quedar este precioso negocio?
Así lo prometido es deuda, en la semana del cine, hablaré de cine, y no os olvidéis de Prisioneros, película dura y directa al hueso pero con un final tan enigmático como toda la película.
Hasta mañana rinconeros :)
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