En verano después de unos días de descanso algo amargos y con un herpes que he tenido en la axila izquierda hasta hace no mucho tuvimos que aplazar nuestro viaje a Soria, una ciudad que deseaba conocer desde niña, cuando mi madre me contaba las historias que había vivido en esa ciudad cuando de niña la mandaban de "colonias" todos los meses del verano junto con sus compañeras y las monjas del colegio al que iba.
Lo cancelamos para el puente de noviembre y que deciros... han sido unos días de cansancio físico pero de paz mental, emocional, de recargar pilas, de silencios atronadores llenos de caricias y amor. Unos días de conocer, ir y venir y poner delante de mis ojos todos esos sitios de los que me hablaba mi madre y que años después de aquellas diapositivas a las 8 de la mañana en el colegio pude ver en primera persona maravillas a las que el paso de los años las hace seguir ahí. Y en las que te das cuenta, que las personas somos efímeras, la única certeza que tenemos es que moriremos y esos monumentos o museos serán eternos, porque vendrán otros u otras como hemos estado nosotras, a verlos.
Soria es una ciudad pequeña pero muy transitable, con pocos coches y, en donde ponerte unas zapatillas cómodas y como dice el refrán "tirarte al monte".
Pero por aquí os quiero dejar un pequeño resumen de los sitios donde estuve y que si tenéis pensado ir, no podéis perderos, porque merecen la pena.
1. HOTEL PLAZA MAYOR DE SORIA.
Un sitio tranquilo donde yo cuando me di cuenta de la ubicación, pensé que no descansaríamos, pero nada más alejado de la realidad, está bien insonorizado y dentro de que las habitaciones no son grandes, son acogedoras y con todo lo necesario para pasar unos buenos días. Además que está ubicado en el centro de la ciudad, por lo que ir y venir no se hace pesado y todo está relativamente cerca.
Por cierto, Soria es una ciudad para pasearla, nada de coches.
2. SUS FAMOSOS TORREZNOS.
Es imposible ir a Soria y no comer sus torreznos. Un placer para mi paladar que me quemaba nada más que volvía a andar.
3. TABERNA CAPOTE.
De los varios sitios donde estuvimos este sin duda fue de los mejores. Los menús del día no eran baratos, pero dentro de los precios la calidad de la comida era buenísima. Todavía tengo el regusto de los níscalos que me comí.
4. EL OLMO DE MACHADO.
"Caminante no hay camino
se hace camino al andar"
Y es que Soria es imaginar a Machado dando clases en su instituto, es sentir su historia con Leonor, es verle sentado escribiendo sus poemas.
5. RÍO DUERO.
Debería ser obligatorio en la vida pasear por la orilla del Duero, su tranquilidad, sus olores, sus aguas, su verde, esas mesas que te invitan a sentarte a tomarte un tentempié. Creo que no había sentido tanta calma desde que hace un año pasee por las calles de Granada de noche perdida con mi chico.
Nos queda pendiente además de volver a ver muchas cosas que no nos ha dado tiempo, hacer la ruta del Duero, sin prisa, sin pausa y solo centrándonos en lo impresionante que es la naturaleza.
6. ERMITA DE SAN SATURIO.
Ahí en la lejanía, encontramos esta ermita de gran belleza y calma. Un sitio donde ver como la mano del hombre hace cosas tan increíbles dentro de un entorno natural. El paseito se hace con gusto, eso sí, yo os recomiendo el camino por el cementerio, donde ir bajando poco a poco, encontrarte con el Duero y ahí a lo lejos, ver esta ermita.
7. PARQUE DE LA ALAMEDA.
Tantas veces nombrado por mi madre que cuando lo vi a lo lejos y entré sentía que ya había estado ahí dentro, junto con la niña que fue Maribel.
8. IGLESIA DE SANTO DOMINGO.
Cuando la vi fue un impacto, porque creo que la he estudiado desde que era niña varias veces, con un estilo románico y austero, arriba de una calle que merece la pena subir.
9. MUSEO ARQUEOLÓGICO DE SORIA.
¿De dónde venimos?
¿Quién habitó Soria hace milenios?
10. LA PLAZA DE LAS MUJERES Y SU INSOMNIO.
Una plaza llena de significado, fuerza y un poder que te atrae.
Verla de día fue bonito, pero de noche impacta y embriaga.
11. CLAUSTRO DE SAN JUAN DE DUERO.
Quizás de los sitios más bonitos al aire libre que he tenido la suerte de pisar, ver y respirar. No lo había visto nunca, pero me sentí libre, fuerte y tranquila.
12. RUINAS DE NUMANCIA.
Si vais a Soria debéis ir a verlas, y mi consejo es que cojáis la visita guiada.
En el año 2009 tuve la suerte de ver Atapuerca en Burgos y ver de primera mano los trabajos que se van haciendo allí. Me quede de piedra cuando contaron que los trabajos de excavación y descubrimiento están parados por falta de acuerdos entre la Universidad Complutense de Madrid y la Diputación Provincial. Un despropósito que espero que alguien ponga remedio, porque debemos conocer nuestra historia y quien o quienes estuvieron antes que nosotras.
Desde este rincón, dar las gracias a Asier por una visita dinámica y llena de historia.
13. LIBRERÍA LAS HERAS.
Allá donde vayas, visita sus librerías, que te darás cuenta de la importancia de la cultura.
14. COMPRA LOTERÍA.
Esto es friki, pero me considero una lotera navideña, por lo que cuando viajo trato de traerme lotería de donde he estado, y Soria, no iba a ser una excepción, más cuando tienes delante de la cara la Administración que hace unos años lleno a Soria de millones.
Una cosa tengo claro, volveremos. Y solo digo que si la cara es el espejo del alma, os enseño la mía en esos días, para mostraros lo feliz que he sido.
Hasta mañana rinconeros y rinconeras :) :) :) :) :)