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domingo, 15 de noviembre de 2015

Sorpresa, estupor, amistad, engaños, pañuelos en la puerta.... ¿A quién te llevarías a una isla desierta?

Con la cabeza, el corazón y el alma en París, hoy quiero seguir en la medida de lo posible la normalidad de este blog, porque aunque nos duela y nos incomode la vida sigue y lo que quiere esa gente es que la cortemos por ellos.

Dicen que unos/as nacen con estrella y otros estrellados y yo desde hace unas semanas parece que tengo una estrella encima de mi cabeza en lo relativo al teatro, porque esta semana me senté a hablaros de Miguel de Molina al desnudo, y además de que me gusto mucho no me costó dinero porque me regalaron las entradas.

Y hoy de nuevo me siento para hablaros de una obra de teatro de la que hace unos meses me senté aquí para recomendarla y es que si hay que hablar a careta descubierta os diré que la obra me sorprendió tanto que salí del teatro nerviosa y en estado de agitación porque ¿A quién te llevarías a una isla desierta? es de esas obras que va de menos a más, pero cuando va avanzando y la trama se va mostrando de quedas estupefacta.

Primero por la trama que es humana jugando con algo muy íntimo, los sentimientos y segundo porque sus actores y actrices te hacen partícipe de esa casa desde el momento en el que entras a sentarte en tu asiento de la Sala Off del Teatro Lara y ellos/as están en escena, cada uno en su parte de la casa.


Celeste, Eze, Marcos y Marta son amigos desde hace demasiado tiempo. Han creado un universo propio entre las paredes de un ruinoso piso compartido en un barrio universitario de Madrid. Pero ya ni son estudiantes, ni adolescentes ni soñadores, han cambiado casi sin darse cuenta y, durante el día más caluroso de los últimos veinte años, se despiden de una época gloriosa dejando su universo compartido. Durante las veinticuatro horas que dure su mudanza no se hablará del futuro, ni de cosas importantes, sólo se dirán gilipolleces y se beberá mucho alcohol … Pero igual que hay una época para vivir, hay un momento que cambia todo lo que pensábamos conocer de nosotros mismos. Eze, Marta, Celeste y Marcos se enfrentan al amor, la amistad, el sexo, los polvos tristes, la amargura, el deseo y las verdades nunca dichas entre botellines de cerveza, sudor y gafas de sol con forma de corazones de Lolita.

Una historia en la que te planteas la amistad de esos amigos que siempre han estado, el amor que sientes por quien tienes al lado, los sueños de juventud como que serías de mayor, las esperanzas puestas en tu formación, los anhelos de viajes que deseas o deseaste hacer, la juventud como algo efímero, el paso de los años en las relaciones, el sexo como un placer o como mera rutina o lo que se espera de ti...


En fin es una historia que como bien dijo mi chico (el que por cierto opina que es de las mejores obras de teatro que hemos visto, cosa que secundo) se podría llevar al cine, porque está tan cargada de verdad, de sentimientos y talento que ya verla en el teatro ha sido algo extraordinario así que llevada al cine sería grandioso, pero con el elenco y la sencillez de su atrezzo. Porque en lo sencillo, en lo que en apariencia parece pequeño encontramos la grandeza.

Y el teatro siempre depara pequeñas joyas como este juego de juventud que termina marcando la vida de cuatro personajes: Celeste, Eze, Marcos y Marta.

Porque además y para más inri una de las actrices al verla me la quede mirando con cara de "madre  mía lo que me suena esta chica" y como no me iba a sonar Bea de la Cruz, si hace años compartí con ella paredes de una escuela de teatro de Madrid, yo estaba comenzando y a ella ya se la veía que la magia de su cara y como transmitía era algo increíble. Felicidades Bea, me encantaría que un día te sentarás en este rincón.

Bueno rinconer@s pues con esta pequeña pero grandísima recomendación me despido hoy de vosotr@s, que está los domingos en la Sala Off del Teatro Lara de Madrid a las 18 horas.

Yo no lo dudaría y dejaría mi rastro en esa "isla"....

Gracias por acompañarme este fin de semana tan triste en la que mis únicos deseos que puedo compartir es que por fin haya paz en todo el mundo y que no haya guerra porque éstas no son la solución a ningún conflicto.

Con estos deseo me despido de vosotr@s hasta mañana lunes.


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