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sábado, 20 de junio de 2015

La importancia de la música en mi vida

Si tengo que recordar el momento exacto de mi amor por la música en general, porque no hay género que creo que no haya escuchado al menos una vez, me tengo que retornar a cuando era un bebe y empecé con mi madre (esa loquita incesante) a escuchar a Serrat, The Carpentiers, Simon y Garfunkel, música clásica.... y así fueron pasando los años y pase de mi entrañable Cassette a mi querido Walkman que era un autobús amarillo, un compañero de batallas, de músicas, de canciones, de conciertos y de simulacros de ser una gran estrella escondida en la cocina de mi casa con el ojo vigilante en la puerta para que nadie me pillará.


Eso sí, la de pilas que habré gastado y robado a los diferentes aparatos de la casa cuando me quedaba sin ellas y me sentía morir... ¿Cómo iba a poder aguantar hasta la mañana siguiente para bajara  comprar unas?


Y así con ese aparato la música de Alejandro Sanz, Laura Pausini, La Década, fueron empezando a invadir mi vida de notas musicales, de ritmos diversos y de muchísimo movimiento, porque si a lo mucho que me gusta la música le añadimos que soy una bailonga de libro.... :) claro está también como La Maribel (mi madre)


Y así casi sin darme cuenta el CD apareció y como hace un tiempo os comenté por aquí mis abuelos y mis tíos me regalaron ese aparato sin el que no podía vivir, la minicadena (que por cierto sigo teniendo aunque no esa original porque se rompió de no haberla dejado ni respirar)


Y ahí fueron llegando esos objetos redondos y plateados que prometían no se rompían ni rayaban nunca, que gran y burda mentira.

Y mi habitación se fue inundando de música de Coplas, Sevillanas, Pop, Rock, Flamenco, BSO que coleccionó y me muero de amor por ellas, de CDs de Lutricia Mcneal, Craig David, Antonio Orozco, Mónica Naranjo, música de relajación, Shakira, Máquina Total Volumen 3.211, mis primeras sesiones de Ángel Sánchez y Eric Morillo.... hasta reggeatón, con la manía y lo poco educativo que me parece.


Hasta pasar por etapas que solo escuchaba canciones tristes por mi estado de ánimo, fenómenos de triunfitos, Los Chunguitos, músicas del mundo......

Hasta llegar a hoy por hoy en dónde la música no es que sea buena para mi es que es imprescindible, es un lujo del que no me puedo reprimir y es que yo sigo ahorrando para comprarme BSO, o CDs de cantantes que me gustan, o esos discos de la infancia y la juventud que se rompieron de tanto escucharlos


.... y que son imprescindibles para la Natalia que a 20 de junio de 2015 se sienta en este rincón para hablaros de como la música mueve mi vida, mi corazón, mi cuerpo, mis estados de ánimo, como esas notas hacen que pase de 0 a 100 en dos escasos segundo y viceversa.

Si hay una seña inequívoca de mi son mis cascos que me acompañan donde quiera que vaya, porque si a mi amor y deleite por la música le sumamos que no se vivir sin escuchar la radio, y para ser más precisos con la cadena Ser, porque me levantó, meriendo y me acuesto con ella, pues normal que sea una mujer a unos cascos pegados.

Y es que creo que no hay género musical feo sino música que no nos llega al corazón y yo debo admitiros que en relación a la música me dejo invadir hasta la cocina, jajajaja

Da igual que música escuchéis sino que cada canción la disfrutéis y la viváis con la emoción que se merece, porque la música nos transporta a momentos únicos de nuestra vida.

Me hace especialmente ilusión despedirme con la canción con la que mi madre entró en la iglesia el día que se casó con mi padre, y es que como a mi vida le iba a faltar ABBA!!!


Besos rinconer@s y que disfrutéis de este caluroso fin de semana.... Hasta mañana

:) :) :) :) :)

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