Powered By Blogger

miércoles, 3 de junio de 2015

Esperando a Pérez Reverte.

Hoy quiero empezar por el final, que sería la foto con la que cerraría el post de hoy, pero es que después de siete horas de sol de justicia, calor infinito, nervios en el estómago y muchas historias que he vivido con emoción de Pérez Reverte desde que era una adolescente, todo se resume a esta foto.


Pero ahora si que sí para llegar a ese momento debería empezar por el principio de los tiempos como diría mi adorado Manolito Gafotas...

El pasado domingo fui a pasar en principio la mañana con mi chico y con mi prima a la Feria del Libro de Madrid, como os dije en el post del sábado, uno de las actividades que ofrece Madrid que más me gusta desde que era pequeña, bueno para ser más precisa, muy pequeña. Y es que eso de tener contacto directo con los autores y autoras de los libros que te hacen soñar, viajar, llorar, bailar, cantar... a mi personalmente me impone mucho porque los respeto.

Así que allí me fui con mi ropa de veranito porque vaya calor que está haciendo en Madrid estos días, con mi calzado cómodo, mi bolso y una mochila roja a la espalda con tres libros y tres objetivos fijados:

- Rosa Montero.
- María Dueñas.
- y Arturo Pérez Reverte, que junto a Gabo es el escritor de mi existencia.


Lo primero a resaltar es la cantidad de gente que hubo todo el día, y es que había zonas donde las casetas para andar era más un acto de fe que un hecho que se pudiera llevar a cabo.


Y como siempre pasear y disfrutar del ambiente de la Feria y de los libros que hay en ella, es un gustazo para los amantes de la lectura y es que creo que de las cosas que podría desprenderme en mi vida, la lectura nunca sería una de ellas.

Así casi sin quererlo me encontré con mi primer objetivo, Rosa Montero, una autora que me fascina por sus dinamismo a la hora de escribir, por su reivindicación de la mujer, por los sentimientos y emociones que pone en cada párrafo de sus novelas, por su amor a los animales, y porque este último libro que ha escrito hay una heroina femenina.


Aunque si hay que ser sincera todavía no he tenido tiempo de leérmelo, y es que Lo que el viento se llevó me ha llevado un tiempo bastante amplio.

Pero como siempre Rosa con sus lectoras y lectores fieles es un encanto, dedicando un tiempo a cada dedicatoria, una sonrisa amplia, un gesto de cariño y un gracias.


El segundo objetivo fijado era María Dueñas que para ser sincera me lo consiguió mi prima que estuvo haciendo cola por las dos para que yo pudiera ponerme en la eterna fila para ver a Pérez Reverte. Y como hace dos años pude comprobar yo cuando María Dueñas me firmo Misión Olvido, su simpatía con los lectores no es un sello personal de ella.

Vamos a la espera eterna y es que después de hora y media de espera por la mañana, me quede sin la ansiada firma de Arturo Pérez Reverte. Pero esto no hizo nada más que animarme a volver por la tarde donde ya me puse como sí o sí irme con mi libro firmado, porque era algo muy importante para mi, y mi chico y mi prima que me conocen y conocían mi ilusión me acompañaron en esas horas de espera y nervios.

Eso sí la sonrisa no nos la quitaba nadie.


Con tantas horas por delante nos fuimos a comer y a dar una vuelta, fuimos al Mercado Provenzal, un sitio que está en bastantes lugares y está bastante de moda por sus bajos precios y la verdad sea dicha por una buena comida. Eso sí el hecho de que le hayan dado la licencia a un local que no cumple con los requisitos de accesibilidad para todos y todas es para echarse las manos a la cabeza.

Y ya por la tarde pues otra vez a la fila de Pérez Reverte, larga pero no tanto como por la mañana y con una particularidad muy importante, esta vez si avanzaba y así sin comerlo ni beberlo me vi en la puerta teniendo al señor Pérez Reverte delante de mi, y me empezó a temblar todo el cuerpo.

Hace ya muchos años cuando cogí entre mis manos El maestro de esgrima y desde ese momento mi romance con él ha sido eterno y fiel porque a mi adorado Alatriste, le han seguido muchas novelas, ensayos, columnas, patentes de corso y todo lo que él escriba.


Solo poder deciros que compartir dos minutos de su tiempo con él ha sido una de las mejores experiencias que he vivido, además que fue un señor cercano, cariñoso y que aguantaba ahí de pie a que uno tras otro fuéramos a que nos firmará, además me pidió permiso para despedirse de mi con dos besos y las siete horas largas de espera merecieron la pena, solo deciros que salí emocionada hasta el llanto.

Gracias Arturo por tu paciencia, por tus horas dedicadas a tus lectores y lectoras y por haber escuchado a esta mujer de 31 años que te contó sus anécdotas y sentimientos hacia tus libros.

Pero en la Feria había más mucho más Almudena Grandes, Jose Luis García Montero, Almudena Cid, políticos, periodistas, Manuela Carmena..... pero aquí os dejo unas cuántas fotos de quien vi.


Yo siempre aprovecho a la Feria del libro para visitar stands a los que no siempre tenemos acceso, y como cada vez que voy, alguno libro cayó, baratos pero que tenía ganas de leerme.


Pero esta no va a ser mi última visita este año porque además de quedarme con ganas de comprarme un libro del stand dedicado a literatura LGTB, el domingo iré bien prontito para ver a uno de eso autores que además de te gusta te sientes profundamente identificada, Albert Espinosa, ya os diré si he tenido suerte o no, pero las ganas y la ilusión no me las quita nadie, porque además Pérez Reverte me dio fuerzas para aguantar lo que me echen.

Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)






No hay comentarios:

Publicar un comentario