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miércoles, 11 de febrero de 2015

Priscilla, reina del desierto: furgoneta cargada de esperanzas, miedos y expectativas de futuro.

Considerada una de las mejores comedias dramáticas de los noventa, Priscilla, reina del desierto una vez vista os diré que no me extraña y lo que me había perdido yo al no verla antes.


Tres artistas de cabaret que viven en Sidney son contratadas para actuar durante cuatro semanas en un hotel de Alice Springs, en medio del desierto rojo de Australia. Les espero una gran aventura, pero una cosa es atravesar el país en autobús, dejando atrás todos sus problemas, y otra llegar a su destino sanas y salvas.Sobre todo si Felicia y Mitzi son reinas del drag y Bernadette transexual. Inician así un periplo de dos semanas, con música sonando a toda pastilla y el autocar repleto de un llamativo vestuario y zapatos de plataforma.

Porque detrás del maquillaje, la purpurina, los tacones, las plumas, las pelucas y los trajes, hay tres seres humanos que se meten en un autocar para ir a actuar, pero que hacen un viaje a la búsqueda de un cambio, de unas sensaciones que en Sidney o no tenían o lo habían perdido.

Un viaje donde se ve reflejado que la sociedad es muy cruel ante lo diferente, porque la sexualidad no tiene nada que ver con los sentimientos, y aunque se esté acostumbrando a insultos, éstos no dejan de dolor y ofender.


Son tres personajes tan diferentes que esa radica la grandeza de la película, porque en el sitio más remoto y de la persona que menos te esperas encuentras la comprensión y el respeto; o una señora que eche pelotas de ping pong por la vagina (uno de los puntazos más grandes de la peli).

¿Por qué un homosexual no puede ser padre? Creo que un niño o una niña lo que necesita es un padre o una madre y la sexualidad de éstos nada tienen que ver con su valía como padres.

Pequeñas recesiones en la vida de los personajes que nos reflejan aún más sus caracteres, situaciones y vidas. Y es que la vida de estos tres personajes es tan loca, tan viva, tan real y tan directa como la de cualquiera de nosotros, con una única diferencia: su sexualidad, que al fin de al cabo tiene semejanzas con la de los demás, la búsqueda de la felicidad sin dañar a nadie.

Y hay una cosa que me ha hecho pensar mucho de ella, aunque fue rodada en los 90 y gracias a la vida, los homosexuales siguen consiguiendo derechos que tenemos el resto de los mortales sin tener en cuenta nuestra sexualidad, la sociedad del 2015 todavía está muy atrasada y tiene que trabajar mucho porque yo no quiero vivir en tolerancia sino en una sociedad diversa.


Buenos actores, buena historia, buen guión, buena ambientación que hicieron de ella la ganadora del Premio del Público del Festival de Cannes, pero sobre todo una cinta indispensable de visionar si queremos disfrutar de una buena y emocionante película.

Y no puedo despedirme mejor que con el video que está siendo viral en youtube: Chueca es genial.



Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)

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