Barcelona, 1957, Daniel Sempere y su amigo Fermín, los héroes de La Sombra del viento, regresa de nuevo a la aventura para afrontar el mayor desafío de sus vidas.
Justo cuando todo empezaba a sonreírles, un inquietante personaje visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad. Al conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino le arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras: la que está creciendo en su interior.
Hay algo que me encanta de la trilogía de estos libros, que es el nexo de unión en cada uno de ellos, pero e igual forma hay algo que me despista y es que en este tercera entrega en mi opinión quedan muchos lazos y muchos ataduras que cerrar y ha sido en muchos momentos un tanto aburrido leérmelo.
Y es que el Cementerio de los libros olvidados sigue siendo un buen enganche; ese Daniel indeciso sigue siendo un buen protagonista; Fermín sigue siendo un buen escudero... pero la trama a pesar de ser buena en mi humilde opinión es floja.
Y es que creo que después de ese pedazo de primera entrega que fue La Sombra del Viento, todas las comparaciones son odiosas y es imposible que un libro te gusté tanto como otro, y además que para gustos los colores y lo que a mi me ha parecido que le faltaba chicha o miga a otra persona le ha podido encantar.
Lo que me ha quedado claro es que con este Prisionero se ha creado un germen de odio en Daniel Sempere que llevará a un nuevo libro y que a pesar de que este libro no me ha gustado especialmente seguro que me dejaré llevar por la nueva historia, porque creo que no hay libro bueno o malo sino muchas historias que deben ser leídas y es que leer es un viaje tan bonito......
Bueno rinconeros, para mañana preveo una sesión de cine, pero del bueno, ¿qué os parece Hitchcock?
Hasta mañana y millones de besos en estos últimos días de este 2013.
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