lunes, 26 de agosto de 2024

¿Pilas cargadas para la vuelta?

Este lunes echo la vista atrás y recuerdo ese ya pasado viernes 12 de julio en el que me encontraba fundida, cansada, agobiada y porque no admitirlo, enfadada, que fue el último día de trabajo. Por delante tenía seis semanas de vacaciones que no me creí estar viviendo hasta el lunes siguiente que me eche a llorar nadando en la piscina de Pueblo Nuevo y me di cuenta que de verdad no estaba trabajando, había parado e iba tener tiempo para pararme, oírme, escucharme y dar a mi cuerpo y cabeza la paz y tranquilidad que necesitaba después de unos meses muy complicados con mi espondilitis.

Después de un año muy intenso y exigente en la laboral, que aunque estresante había vivido y disfrutado.

Después de un año de muchas lágrimas, agobios, enfados e insomnio.

El primer verano en el que el tabaco era un pasado y era un verdadero reto, porque los planes al aire libre, la piscina o la playita siempre la asociaba a tener un cigarro en la mano. Y puedo deciros que aunque mi cuerpo está mucho más redondo, me siento muy orgullosa de no meter nicotina dentro de mí. Dentro de unos semanas hará un año que tome la decisión y aunque la vivo sin agobios y siendo consciente de que no fumar es lo mejor para mi salud, muchas veces me es complicado no volver, pero creo que no fumar era mi gran reto de los 40.

Ha sido un verano con 

- mucha música, 

- comidas, 

- vueltas en la piscina, 

- algún que otro cine,

- conversaciones muy largas con David,

- cambios en casa,

- muchas lloreras, agobios y estrés que me han llegado a provocar un herpes.

Pero un verano en el que parar de verdad era imprescindible, por mi salud y bienestar mental y por mi cabeza que estaba como dice el audio de Tik Tok: Lulú.

¿Nos vemos esta noche?



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