Sutileza, calor y esa Madrid chula y diversa que tan bien reflejo la Pardo Bazán: Insolación

De nuevo gracias a Un libro Una hora conocí la novela inaugura la nueva semana en donde confluyen los últimos días de agosto y los primeros de septiembre que se avecinan con cambio que mañana quiero compartir con vosotros y vosotras.

Emilia Pardo Bazán publicó Insolación cuando ya había sido reconocida como gran novelista tras el éxito de narraciones de Los Pazos de Ulloa o La madre naturaleza. Sus conocimientos sobre la novela europea lleGan entonces a la tribuna del Ateneo y comienza a enviar crónicas de su viaje a Italia a "El Imparcial".

Se nos narra la historia de amor, apasionada e irresistible entre Diego Pacheco un tarámbana y la marquesa de Andrade, una viuda ingenua, bella y sensual, que casi por casualidad descubre que para recuperar la vida primero ha de atreverse a resucitar su cuerpo, sepultado bajo las capas del decoro y exigencias sociales de la época en cuanto a la vida de las mujeres.

Una novela donde vemos desfilar al Madrid de la época en todo su esplendor, desde chulapos a maleantes, las clases populares y aristócratas, los reformadores y los que de ninguna manera quieren ser reformados, todos mezclados cuando de lo que se trata es de participar en la fiesta del placer.

Doña Emilia fue transgresora en muchos aspectos con esta novela entre los que me fascinó:

- Poner en un plano de igualdad al hombre y a la mujer.

- Tocar el tema tabú que todavía tantos años después es motivo de cuchicheos en tertulias trasnochadas.

- Conversaciones en donde se pueda hablar de tú a tú, sin decoros y tonterías sociales.

- Desgranarnos Madrid y mostrarnos sus costumbres, calores, personas y fiestas de la época, como la Verbena de San Isidro, que ocupa esta novela.

Como se nos dice en la sinopsis por la parte de atrás de la novela, la presencia del mundo exterior es más relevante y está subordinada al mundo íntimo de las criaturas literarias, cosa que comparto.

No se si alguna vez habéis tenido alguna novela de Doña Emilia entre las manos, pero no ser así, Insolación sería un comienzo por toda la puerta grande.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana en el último día de agosto.

:) :) :) :) :)