martes, 31 de agosto de 2021

Mañana después de casi 18 meses, la vida laboral volverá

 

Casi todos los 31 de agosto me gusta compartir esta canción. Primero porque me considero una romántica y ésta me evoca a esos veranos donde los amoríos no faltaban y en el que desde hace 14 años puedo vivir la vida en compañía de mi chico; segundo porque marcaba el final del verano y se iniciaba un nuevo curso escolar, lo que me llevaba a un nuevo año de trabajo; y tercero, porque todo merece un final y este verano no iba a ser menos.

Después de muchos meses de incertidumbre, insomnio, lágrimas, miedo y desconcierto, enfado, mañana 1 de septiembre vuelvo al trabajo que deje hace casi 17 meses y medio con la esperanza de teletrabajar pero que derivó en un ERTE que se ha hecho muy largo y penoso. A que se han sumado muchos momentos muy difíciles, y sobre todo que ha causado un gran cambio en mí, porque la Natalia que se fue de Lavapiés el 13 de marzo de 2020, asustada, nerviosa y con la asa de la maleta rota, no es la misma que vuelve mañana.

Mañana vuelve una persona que ha tenido días muy malos, de miedo al que iba a suceder con el covid, de terror que me provocaba la inactividad laboral, del sudor de las largas noches despierta con el insomnio como compañero en donde las pesadillas han continuado hasta con los ojos abiertos.

Pero con todo lo malo, siento que vuelve una mujer mucho más fuerte, con unas ideas más claras pero como todo en esta vida pendiente de un fino hilo que da la estabilidad mental y emocional que muchas veces -más de las que podía soportar- se ha visto muy frágil. Aunque no me puedo engañar después del trato recibido durante este casi año y medio, la vuelta se hace complicada, mi trabajo me gusta desde que comencé en él y voy a empezar con todas fuerzas, pero no me puedo olvidar lo vivido como sino hubiera pasado.

Pensaba que en este post me iban a salir muchas más letras, pero no se, me encuentro vacía, sin ganas, con alegría pero también con miedo, porque entre muchas cosas llevo casi un año y medio sin coger el metro, y la vuelta al trabajo creo que será el momento elegido para volver a bajar por sus escaleras y seguir moviéndome por esa Madrid nuestra donde la vida siempre está en constante movimiento.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero seguir viéndonos, porque aunque la Natalia trabajadora vuelve, la bloguera continúa, hasta mañana.

:) :) :) :) :) 

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